El dragón de La Palma

Santa Cruz de Tenerife

No hay nada más parecido a un dragón que un volcán en erupción. Antes de que, hace un año, se abrieran las entrañas de la isla de La Palma con un rugido feroz, la idea de una erupción volcánica permanecía aletargada en la conciencia colectiva de Canarias. Relegada a los libros de historia o la memoria de nuestros mayores.

En La Palma aprendimos que la tierra y la montaña no son elementos estáticos, al menos durante su nacimiento. Son seres vivos, que crecen y decrecen, se encienden y se apagan, se mueven sigilosa o ruidosamente... Que tienen bocas y expulsan fuego, y rugen, como animales de leyenda.

Hay un antes y un después del volcán de La Palma de 2021, científica y sociológicamente. Las erupciones han dejado de ser cosa del pasado, son el futuro con el que debemos aprender a convivir.