El Defensor del Pueblo toma declaración a la víctima de abusos sexuales de la Iglesia de Tenerife

Tenerife

La unidad de atención a las víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica del Defensor del Pueblo de España ha entrevistado a Camilo, que denunció el abuso sexual que sufrió por parte de un sacerdote de Tejina y su posterior ocultamiento por parte del Obispado de La Laguna. El Defensor del Pueblo, además, ha hecho acopio de la documentación con toda la información publicada por los medios acerca del caso. "Se puso en contacto conmigo una profesional del Defensor del Pueblo y lo hizo para saber lo que había pasado", explica Camilo a la SER, que ha querido hacer pública su participación en esta comisión de investigación. Camilo destaca el escrupuloso respeto a la intimidad y el trato recibido por la institución pública.

La toma de declaración es absolutamente voluntaria y confidencial y tiene como objetivo la reparación de las víctimas, haciendo acopio al mismo tiempo de lo publicado por medios de comunicación como Radio Club Tenerife. "A pesar de tratarse siempre de auntos individuales y personales, hemos de entender que ese lamento, el lamento que es más que eso, ha de resonar en qué podemos hacer", explicó Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo, en el Congreso de los Diputados. "¿Qué pueden hacer con ese dolor las víctimas? Este es el elemento fundamental, lograr que se escuche la voz de las víctimas a través de un organismo público. Lo que vivieron, lo que necesitan, lo que ha supuesto en sus vidas", añadió.

El caso de Camilo, que contó de viva voz lo que le pasó en SER Canarias, se incorpora a las víctimas atendidas por el Defensor del Pueblo que llegará al Congreso

El Defensor del Pueblo ya ha atendido a 201 víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica en los pocos meses que lleva operativa la Unidad de Atención a las Víctimas, una de ellas es Camilo, que contó como el ex párroco de Tejina rozaba a los menores, mantenía con ellos conversaciones sexuales e incluso les acosaba rozandoles con su pene erecto mientras les confesaba. Camilo destaca haberse sentido escuchado y respestado por la unidad de atención a las vícitimas y anima a otras a hacer lo mismo. "Ninguna institución, ni pública ni privada, puede mirar hacia otro lado si ha tenido conocimiento de tan graves situaciones", explicó Ángel Gabilondo en el Congreso.

Dos presuntas nuevas víctimas del sacerdote C.H.G. denunciaron en la SER abusos sexuales del mismo párroco entre 1974 y 1979 en Vallehermoso

La SER en Tenerife sacó a la luz el caso de dos personas más que presuntamente sufrieron abusos similares por parte de este mismo sacerdote cuando ejercía de párroco en Vallermoso entre los años 1974 y 1979. Samuel y Esteban, -nombres supuestos para proteger su identidad-, se han reunido con Domingo Navarro, responsable de la recepción de denuncias por parte de las víctimas en la Diócesis de Tenerife. Los datos recogidos por la unidad de atención a las víctimas son posteriormente elevados a la Comisión Asesora creada por el Defensor del Pueblo para elaborar un informe que llegará al Congreso de los Diputados, a partir de la encomienda de la Cámara Baja, sobre las denuncias por abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica.

Bernardo Álvarez figura en la lista de los 39 prelados españoles que ocultaron los abusos sexuales en el seno de la Iglesia publicada por El País

El Obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, ocupaba el cargo de Vicario General cuando el Obispo Felipe Fernández recibió la primera denuncia de la familia de Camilo en 2004. "El Obispo nunca recogió la denuncia y Bernardo Álvarez lo sabía", denunció la víctimas de abusos sexuales. Durante años, el caso permaneció oculto sin que el Obispado de Tenerife abriera un proceso canónico ni comunicara a Roma lo ocurrido. Tan solo cambiaron al cura de parroquia. "Lo taparon, echaron tierra encima y lo taparon", explica Camilo, que volvió a denunciar en 2014. Obligados entonces por el nuevo protocolo de Roma, abrieron un juicio canónico, pero nunca se comunicó una condena. La víctima denuncia que el proceso se cerró en falso jubilando al sacerdote.