Opinión

El insultómetro y machangos políticos

El comentario de Juan Carlos Castañeda

El insultómetro y machangos políticos el comentario de Juan Carlos Castañeda en Hoy Por Hoy La Portada

Santa Cruz de Tenerife

Muy comentado en su momento fue el caso de los sujetos que se dedicaron a llevarse, para donde lo estimaran oportuno, los muñecos que en las obras de nuestras autopistas señalizaban, bandera roja en mano, la debida precaución ante el trabajo que realizaban los operarios encargados del mantenimiento de las mismas. Supongo que el agua de fuego sería fundamental a la hora de que los mentados elementos se dedicaran a sustraer a los autómatas viarios, pero lo cierto es que yo por lo menos no veo en acción a los referidos muñecos hace muchísimo tiempo.

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Tan cierto es el dato apuntado como el hecho de que, en los últimos días, las autovías tinerfeñas han vivido de las peores jornadas de su largo historial de colapsos, pero lo peor no solo es eso, sino que los usuarios de las vías adyacentes también se han visto atrapados en la inmovilidad propia de las autopistas. Y en este terreno de inmovilidad equivalente a quedar atrapados en los charcos de arenas movedizas que aparecen en las películas se han llevado la palma en las últimas horas, los conductores procedentes de la esperanza deseosos de incorporarse a la TF-1 y que han sufrido unas retenciones brutales.

La lluvia de mensajes recibidos ayer en el whatsapp de esta radio resultó más que numerosa, y a la desesperación de los conductores se le unió el supino cabreo de no ver ni a un solo agente municipal o guardia civil en las inmediaciones. por no estar, no está ni el padre anchieta, trasladado desde hace meses al campus universitario. Y digo yo, si por las razones que fueran, no disponen las autoridades de policías locales, o agentes de la guardia civil, por qué no instalan unos autómatas con el uniforme de dichos funcionarios. el uso de los mismos tal vez rebajaría el nivel de cabreo de los desesperados conductores. O tal vez mejor, se me ocurre pensar, que resultaría más conveniente poner unos muñecos que fuesen réplicas exactas de quiénes han gobernado estas islas en los últimos 30 años. De secundarse está segunda proposición, les aseguró que las personas al volante llegaría mas desahogadas a sus puntos de destinos.

Y si se instalasen unos micrófonos para grabar los insultos, ya sería la repera. El insultómetro batiría cualquier registro mundial. Pero esto no sucederá, porque cuando no hay capacidad para hallar soluciones nada se puede hacer. Yo si fuese político no dudaría ni un momento en ofrecer mi imagen para que la gente se desahogase,porque la salud de los ciudadanos es lo que debe primar. Pongan unos muñecos por favor, que para nada equivale a que sean calificados de machangos.