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"Me intenté quitar la vida": las duras palabras de Ade, una luchadora

Su intento de suicidio muestra la compleja realidad que vive el archipiélago en materia de salud mental

Ade González

Santa Cruz de Tenerife

Ade es una tinerfeña que no lo ha tenido nada fácil. Es madre de cuatro hijos, 2 de ellos gemelos, nacidos en 1999. Incluso desde el parto, lo tuvo complicado. Fueron prematuros, y después supo que habían nacido con parálisis cerebral y con problemas respiratorios complejos en uno de ellos. Dicen que Dios le da batallas a sus mejores guerreros... pues en ella, ha encontrado un verdadero batallón.

Sin trabajo fijo desde hace años, le encantaría volver a ser monitora de actividades. El yoga es su pasión, que muestra en redes sociales con esmero. Pero hubo un momento de su vida, en junio de este complejo -económicamente hablando- 2022, en el que ya ni eso le interesaba lo suficiente. Fueron sus primeros síntomas. La falta de empleo, la vida entregada a sus hijos -uno de ellos en silla de ruedas desde muy pequeño-, no le hacían ver más allá. Todo era imposible. Fue entonces, en junio, cuando intentó quitarse la vida. Tal y como se puede apreciar en la imagen, y como nos ha contado ella, se dio golpes tremendamente fuertes que le costaron el ingreso en el hospital. Pero no escribimos esto para escandalizar, o para contar "temas escabrosos". Consideramos importante que se hable del suicidio, o del pensamiento suicida. Incluso de la autolisis. Pensamos que la mejor manera de prevenir es contar, sin tabús. Que permita mirar hacia delante en cuestión de salud mental. Y, sobre todo, para aquellos que no lo estén pasando bien, se sinceren y acudan a un psicólogo, a un psiquiatra. En definitiva, a terapia. O simplemente que puedan contárselo a sus familiares, y que ellos le den la importancia que merece.

En Canarias, en 2020, se suicidaron 208 personas. Es el registro más alto con el que cuenta el INE en sus recopilaciones. En 2019, fueron más de 190. No debemos sentirnos orgullosos de estos datos. ¿Qué han hecho las administraciones? Intentar reducir la tasa de suicidio... campañas de prevención, protocolos sanitarios... el teléfono gratuito 024 y el de la Esperanza. En el archipiélago, recordemos, es el 928 o 922 33 40 50... por mostrar la dimensión del problema en las islas, el número de personas que llamaron a Cruz Roja, 900 107 917, han sido más de 5 mil en lo que llevamos de año. Y es solo uno de los diversos números destinados a esta cuestión.

"Del pozo se sale. Pero las administraciones deberían ayudar más en ese proceso"

Contamos con el Plan de Salud mental desde 2019. Se prevé que pasemos de contar con 1,51 millones de euros en 2018 a haber invertido 2,12 millones en 2023... y según el Gobierno regional, esto se está cumpliendo... Incluye ampliar el número de psicólogos, psiquiatras, enfermeras, terapeutas... en 63 profesionales, algo que se hacía muy necesario. Por poner un ejemplo que demuestra que en algo hemos avanzado -no sé si tarde-, en 2020, había 6 psicólogos en canarias por cada 100 mil habitantes.

A pesar de esta realidad, la de las cifras, los números y la burocracia, está la realidad de la calle. La que nos cuentan los afectados. Ade ha reconocido que "en el momento más negro no veía ninguna salida". De hecho, considera que "las administraciones podrían haber ayudado mucho en ese sentido". "Cuando tienes dos hijos con discapacidad, lo único que quieres es salir hacia delante y ayudarles en lo posible. Pero se hace complicado cuando no tengo trabajo y lo único con lo que puedo existir y hacer que se encuentren cómodos y cuidados es con lo que percibo de subvención. No es suficiente", lamenta. El apoyo social, según los expertos, es fundamental para que estas personas puedan convivir -a pesar de las dificultades-, con una salud mental decente.

Para ella, contarlo ha supuesto un antes y un después a la hora de conseguir ayuda. Sobre todo, el apoyo por parte de sus más allegados. "Hablarlo en sociedad permite sentirte acompañado. Salir de ese pozo. Del que se sale. Porque les digo que se sale".

La historia de Ade es una de tantas en Canarias. Su visibilidad ayudará a que comprendamos la importancia de que la mente respire. De que sin salud mental, no habrá salud física. Y lo primordial que es HABLARLO. Cuanto más se mencione, sin estigmatizar a quien sufre mentalmente, ni tratarlo como un tabú, mejor para una sociedad que precisa de una mayor empatía y un acompañamiento efectivo. Necesitamos salir adelante. Y eso solo es posible si estamos todos en esto.