Las AMPAS de Lanzarote reclaman su presencia en el Consejo Escolar de Canarias
La isla es la tercera con más AMPAS de Canarias y sin embargo, nunca ha tenido plaza en el consejo
Arrecife
La Federación de Ampas de Lanzarote (FAPA) ha trasladado al diputado autonómico, Oswaldo Betancort, la necesidad de reivindicar ante el Consejo Escolar de Canarias que la representatividad de las asociaciones de madres y padres del alumnado sea igual que en el parlamento canario, es decir, por territorio, lo que supondría obtener una plaza por cada isla, y de esa manera, estén todos sus miembros representados en este órgano colegiado.
“Lanzarote es la tercera federación con más AMPAS inscritas de Canarias: un total de 44 asociaciones, solo por detrás de Tenerife y Gran Canaria. Sin embargo, se quedan sin representación en el Consejo Escolar de Canarias, puesto que, según está ahora regulado, los 5 representantes de padres/madres se eligen por representación de número de AMPAS, y como Tenerife tiene mayor número que el resto de islas Canarias tiene la mayoría de las plazas”, explica Pedro Gil, como presidente de FAPA.
En este sentido, Oswaldo Betancort recogerá esta propuesta y la elevará al Pleno del Parlamento, considerando que el Consejo Escolar de Canarias, en colaboración con las administraciones públicas, debe potenciar la participación y el asociacionismo del alumnado no universitario de Canarias y facilitar la participación de este en federaciones o confederaciones.
“El objetivo es conseguir que se modifique el decreto del reglamento por el que se rige dicho Consejo, al fin de promover y dinamizar la participación efectiva y democrática de los sectores afectados por la programación general de la enseñanza no universitaria, y que la isla de Lanzarote no se quede fuera”, ha manifestado Betancort.
La finalidad es tener la presencia de dos representatividades, la cuantitativa, que refuerza a las islas capitalinas, y a la luz de los hechos, concretamente, a la Federación de Tenerife; y la territorial, sin que se menoscabe la posibilidad de representación de cada realidad isleña, condicionada por factores poblacionales e infraestructurales. “Jamás habrá tantos centros educativos y, por tanto, Ampas, en una isla como Lanzarote respecto a Tenerife, por ejemplo, lo que condiciona al modelo organizativo”, aseguró Pedro Gil.
“Es pues realmente complejo tratar de acotar el concepto de representatividad en el sector de las familias canarias de una manera clara, y de consolidar una representación mayoritaria que atienda a cada idiosincrasia insular en un órgano como el Consejo Escolar de Canarias que no prevé un representante por cada isla y que, en definitiva, con la ambigüedad del redactado deriva en generar desequilibrios que beneficien tan solo a las islas más pobladas”, considera.