La pobreza estructural vs. territorio idílico
El comentario de Juan Carlos Castañeda en Hoy Por Hoy La Portada
El comentario de Juan Carlos Castañeda La pobreza estructural vs. territorio idílico
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Santa Cruz de Tenerife
Canarias sufre pobreza estructural desde tiempos inmemoriales. No seré yo quien les reste satisfacción a quienes, a tenor de los últimos datos publicados, celebren que la misma ha disminuido un tanto, y tampoco invertiré tiempo en discutir contra quienes arrojen los datos de pobreza severa contra quienes estiman son los responsables de la misma. La pobreza en canarias camina incrustada al casco de estas islas, que son barcos varados en la distancia y en la incomprensión de sus singularidades paradójicas por ser un territorio de escaparate paradisíaco, tras el que se esconden unos niveles de miseria de imposible comprensión.
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Tal vez entregado a la ingenuidad de confiar de que en el futuro se produzca un equilibrio social y económico en nuestro territorio, sí me atrevo a pedir a algunas entidades solidarias entregadas a ayudar en la distancia corta a los que peor lo están pasando, que procuren alternar su loable objetivo con el respeto a la dignidad de las personas.
Este fin de semana nos hacían llegar varias fotografías de las colas del hambre en Santa Cruz de Tenerife. Numerosa era la cantidad de personas que se arremolinaban para recoger alimentos básicos para su existencia. Pero insisto, sin negar el alto valor de su labor, ni el papel fundamental que desempeñan en estos amargos momentos, desde el más profundo respeto y remarcando la gratitud por su gestión, conveniente sería que se encontrara una forma de distribución de esos alimentos básicos que evitara la clara identificación de esas personas vulnerables que nadan en la precariedad.
En estas palabras no existe ápice de crítica alguno, sino la buena voluntad del ruego de que en nuestras colas del hambre se procure evitar que de las personas demandantes claramente identificables cuelgue el cartel de pobres. Es un ruego bienintencionado en la distancia corta. En la distancia larga, insistimos en la necesidad de avanzar en la lucha sin tregua contra nuestra histórica pobreza estructural que convive con la errónea postal de territorio idílico.