Juan Amador anticipa su salida del CD Tenerife

Santa Cruz de Tenerife

Aires de cambio. El gerente Juan Amador Rodríguez, figura permanente en el organigrama del Club Deportivo Tenerife durante los últimos 16 años, abandonará la entidad sin esperar a que se sustancie el cambio de consejo de administración previsto para mediados de diciembre.

Fuentes del club han asegurado a la SER que Amador -visiblemente contrariado y crítico con el relevo, como así manifiestan personas de su círculo profesional más próximo- optará por dejar la gerencia en los próximos días. Así, el 15 de noviembre podría ser su último día en la institución, aunque a la mañana siguiente está invitado al acto de reinauguración de la Ciudad Deportiva Javier Pérez.

Su salida fue una condición indispensable que fijaron los nuevos gestores del club en el transcurso de las negociaciones para que se diera un cambio de timón en el representativo. En este caso, la voluntad de nombrar a un nuevo director general (Santiago Pozas Arjona) coincidía con su deseo de marcharse. Aunque está en una edad próxima a la jubilación, es probable que siga trabajando para el grupo de empresas de Miguel Concepción, del que ha sido su lugarteniente más leal y su confidente más próximo a lo largo de su presidencia.

Procedente de la subdirección de la empresa García y Correa, en la que permaneció cuatro años y nueve meses, el profesional isleño ha ejercido un gran poder e influencia en el organigrama blanquiazul. Su alto grado de protagonismo en la toma de decisiones solo se vio opacado durante la dirección general de Víctor Pérez Borrego. Algunos accionistas de referencia llegaron a pedir su cese a Concepción por considerar nocivas sus intromisiones en la parcela futbolística, pero el jerarca palmero le mantuvo contra viento y marea incluso en los momentos más difíciles. El papel del gerente ha sido siempre muy notorio en el área deportiva, pero sobre todo en las etapas de Santiago Llorente y Alfonso Serrano.

En una entrevista concedida a lo largo de su segundo mandato, el presidente llegó a admitir que Amador "ejerció como secretario técnico en funciones" durante una etapa de tiempo indefinido. Ahora, dejará huérfano su sitio en un organigrama donde aparece por encima de Nacho Abad (secretaría general), Javier Armas (comunicación y protocolo), David de Diego (márketing) o Juan Carlos Cordero, entre otros.

El todavía gerente del club vivió uno de sus episodios más amargos en el cargo cuando fue denunciado por amenazas en el transcurso de las elecciones de 2016. "¡Sinvergüenza, eres un sinvergüenza! Te espero fuera", se recogió entonces en la denuncia presentada en comisaría por un miembro del equipo del opositor Pier Luigi Cherubino. El asunto acabó con un acuerdo amistoso y sin llegar a mayores.

Muy huraño en el trato de puertas afuera y con un talante poco conciliador en las negociaciones, en cambio sí es muy valorado en las distancias cortas por sus propios compañeros de trabajo, que ya preparan una cálida despedida al más cercano aliado y lugarteniente de Concepción. Antes lo fue de Javier Pérez, que incluso contó con él como posible consejero en la plancha que presentó a las elecciones que perdió ante la alianza conformada por Víctor Pérez Ascanio y Quico Cabrera.

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Ahora, se va por la puerta de atrás y antes de lo previsto. Si bien Concepción anunció su salida para el 15-D, Amador cree que su tiempo está acabado y dejará las oficinas de forma inmediata. Los nuevos gestores habrán de ocuparse de que la transición sea tranquila y ordenada. Santiago Pozas, su sucesor, está listo para asumir el relevo. Con una dilatada experiencia en la interlocución con LaLiga, la Federación y otros clubes, es el escogido por los accionistas de referencia para una misión donde buscará estrechar relaciones con todos los actores y estamentos de la vida blanquiazul. Su fichaje cuenta con el beneplácito del futuro presidente, Paulino Rivero Baute.