Que me quiten lo bailado
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COMENTARIO JUAN CARLOS CASTAÑEDA
Santa Cruz de Tenerife
Algunos lo deben estar pasando mal, pero lo cierto es que el sector de la restauración en Tenerife va viento en popa.
Parece que la bonanza en torno a los manteles profesionales viene dada por el mismo espíritu que embriagó a los españoles el pasado verano, y que hizo que la gente se liara la manta a la cabeza y se decidiera a hacer vacaciones viajando bajo el planteamiento de "por si acaso sea la última que haga y que luego sea lo que dios quiera".
Vamos, una especie de que me quiten lo bailado.
Pues eso, encontrar lugar para celebrar la cena empresarial de navidad o festejar el boncho propio al año nuevo se ha convertido en misión imposible porque no hay lugar libre para tales celebraciones.
A mí particularmente, lo de la cena de empresa, tal y como están las cosas, me da mucho yuyu, porque con la incertidumbre existente de cara a los próximos meses, igual se produce la emulación bíblica de la última cena, y ya saben, como dice el chiste, cómo terminó la cena de empresa que organizó Jesucristo, aunque en este caso, los apóstoles, o sea los empleados, aparentemente son los que corren mayor riesgo de cara a terminar en la crucifixión del paro del próximo año.
Así que, amigos y amigas, si van a acudir a la cena de su empresa, tomen más precauciones que nunca y midan mucho sus palabras y gestos con jefes y jefas.
A portarse bien ya lo saben aunque, eso sí, si se saben crucificados próximamente en el paro, entréguense al agua de fuego y suelten por esa boca todo lo que se les ocurra, y es que por la boca muere el pez y también los trabajadores enganchados al anzuelo de las ojerizas de la superioridad.
Tienen su aquello las cenas de empresa navideñas del presente año, porque no hay dios, con perdón, que sepa cómo van a acabar. a todos los asistentes les deseo que concluyan de forma distinta a la última cena de empresa que organizó Jesucristo.
Pese a todo, no se torturen preguntándose: “¿Seré yo señor?”, porque en el bombo estamos casi todos.
Buen provecho y larga vida laboral les deseamos a todos y todas.




