Cancelan la ecografía de una niña en el hospital por error diez meses después de detectarle un bulto

Las Palmas de Gran Canaria

En enero de este año a la hija de Nuria, que tiene siete años, le pusieron una vacuna contra el Covid19 y le salió un bulto en el cuello. Inicialmente, la pediatra le dijo que era una reacción que se producía habitualmente tanto en menores como en adultos. Sin embargo, la especialista le decía que suele desaparecer en pocos días y, a pesar de ello, a su hija se le mantiene en el tiempo. En aquel momento, en la propia consulta y delante de ella, le piden cita para una ecografía en el Hospital Materno Infantil de la isla de Gran Canaria. A pesar de que han pasado los meses, no hay ningún tipo de respuesta. Ahora, durante el mes de noviembre, Nuria García llama al propio hospital y le dicen que no hay ninguna petición de la prueba y que vuelva a la especialista.

En la consulta de pediatría le vuelven a realizar la petición con la observación que un error administrativo, humano o informático, provocó la pérdida de la cita anterior desde principios de año. Desde el Materno le comunican que ahora sí está la petición, pero que tendrá que ponerse en cola para que le realicen la ecografía.

Nuria no lo entiende "cuando llevamos 10 meses esperando y los especialistas dicen que debería saberse lo que es a las 8 semanas de detectarse". El problema es que no se sabe cuándo le harán la prueba. Nuria ha reclamado telemáticamente y lo ha comunicado al Defensor del Paciente: "Espero que el retraso no implique consecuencias en la salud de mi hija, porque eso significaría que pediría todo tipo de responsabilidades". Afirma que si llega a saber lo que pasó se hubiese marchado a la sanidad privada aunque confía plenamente en la pública y en los profesionales del Materno Infantil. Sin embargo, esta madres grancanaria denuncia que les obligan a gastarse el dinero para poder tener la asistencia adecuada en menos tiempo.

La nueva directora del Servicio Canario de Salud, Elizabeth Hernández, en declaraciones en el Hoy por Hoy el Drago de SER Las Palmas, estudiará el caso que inicialmente no parece razonable esperar otros seis meses después de 10 de espera. Reconoce que la aparición del ganglio es un efecto que se produce tras la vacunación por activación del sistema inmunológico , pero no tiene sentido que entre al final de la lista de espera y sostiene que hay que buscar mecanismos que eviten estas situaciones.

La nueva directora del Servicio Canario de la Salud reconoce, además, que se trata de una prueba sencilla y la espera durante todo este tiempo por una ecografía por una ecografía "no tiene lógica ni razón".

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Retrasos en la atención a los pacientes

No es la primera vez que pacientes de la sanidad pública en Canarias denuncian situaciones muy comprometedoras para su salud como consecuencia de los retrasos en la atención a sus dolencias. En el mes de octubre, un paciente que fue trasladado de urgencias y en ambulancia al Hospital Universitario de Canarias tuvo que esperar en el interior del vehículo durante varias horas hasta que finalmente fue ubicado en un habitáculo de urgenicas.

"Mi padre estuvo durante horas en la recepción del Hospital Universitario de Canarias, con dolor y llorando. Ni siquiera lo habían visto ni le habían puesto analgésicos y tenía una cadera rota", denuncia su hijo, Santiago. Sufre fuertes dolores y hasta el martes nadie le puede operar. "Lo pusieron en un pasillo, depués lo pasaron a un área de tránsito y de madrugada lo subieron a planta sin operarlo. Ahora nos acaban de decir que no le van a operar hasta el martes", lamenta.

"Estamos hablando de una persona con una fractura en una pierna que va a estar en una cama durante cinco días sin ser operado. Mi padre está dolorido, le duele mucho, está boca arriba y no se puede mover, está inmovilizado por el dolor", añade. "Yo me imagino que muchas otras personas están igual y tenemos que hacer algo porque esto no puede seguir así", añade. El Hospital Universitario de Canarias finalmente encontró un hueco para operar a este hombre varios días después de su ingreso en el centro hospitalario y de mantenerlo en vilo por no saber cuándo podría ser operado.