"Hoy queremos llorar": vive en un contenedor con noventa años tras perder su casa bajo la lava del volcán de La Palma

La Palma

La entrega de cuarenta y cuatro viviendas modulares tipo contenedor, -de las ochenta y cinco previstas en Los Llanos de Aridane-, ha dibujado dos perspectivas muy diferentes. La primera la de la directora del Instituto Canario de la Vivienda, Maribel Santana, que califica de “tiempo récord” la construcción de estas viviendas y sentir “emoción” al ver las caras de las personas. Sin embargo, los rostros de las personas que recogían las llaves no transmitían lo mismo. Una de las viviendas le corresponde a Argensola, de 93 años, independiente y viviendo sola hasta antes de la erupción, su hija Goretti, en declaraciones tomadas por la Televisión Canaria, era diferente. "Estamos viviendo el impacto de haber recibido esto ayer y el día de hoy lo tomamos para llorar y para asimilar todo esto. Para asimilar que de un barrio bonito con patio y con flores voy a tener a una madre de 93 años viviendo aquí", lamenta Goretti, hija de Argensola.

"No tienen sentido los catorce meses de espera, si me hubieses entregado esto a los dos o tres meses, pues lo puedo entender por la prisa, la urgencia o la necesidad", explica Goretti. "Yo creo que hoy nos podían haber hecho algo mejor. Al menos un poco de intimidad, separados los unos de los otros. Mamá no va a poder abrir ni la ventana del baño nunca, porque tiene la ventana del vecino", añade. "Alrededor no hay nada, es desangelado todo, es muy triste", añade. "La sensación de tener un techo en una persona de 93 años es agradable, porque los hijos la arropamos y no la dejamos ver lo negativo", añade.

Ampliar

"Mi madre está en un contenedor, va a vivir encarcelada en este contenador", lamenta Goretti, la hija de Argensola

Las casas-contenedor son una solución habitacional que entienden hubiera sido aceptable a los tres meses por la urgencia, sin embargo, vivir en un contenedor después de catorce meses de espera, despierta otras emociones muy diferentes en lo que ha calificado “una comuna” lejos de las zonas ajardinadas que aseguran les habían mostrado en el proyecto inicial. "No dejamos que mamá vea la parte negativa: está en un contenedor. No hay donde poner una planta, no va a poder hacer vida exterior, va a vivir encarcelada en este contenedor", lamenta Goretti.

"Se nos presentó un proyecto que era completamente distinto, con zonas ajardinadas, con un pequeño parque..., es muy doloroso, es muy doloroso", concluye Goretti. La Plataforma de Afectados por la Erupción en Cumbre Vieja también se ha pronunciado. Su portavoz, Fátima Ramos, considera que “esa solución habitacional de emergencia llega tarde casi once meses después de finalizada la erupción. Sobre las viviendas modulares en forma de contenedor, se ha mostrado “muy decepcionada” entre otras razones por convertir la entrega de llaves en “un espectáculo con medios de comunicación” y “un acto de propaganda innecesario”.

"Las viviendas se han hecho en tiempo récord", la particular visión de la directora del Instituto Canario de la Vivienda

Cuestionada sobre las quejas de los afectados por el volcán de La Palma, la directora del Instituto Canario de la Vivienda (ICAVI) se ha justificado afirmando que "cualquier cosa que llegue después de la erupción del 19 de septiembre llega más tarde de lo deseado". "Las viviendas se han hecho en siete meses, en un tiempo récord. Se ha hecho la urbanización, se han traído las viviendas, se han arreglado por dentro en un tiempo de siete meses. Una construcción tradicional tarda entre dos y tres años. Se ha hecho en el tiempo más rápido posible", afirma Maribel Santana.