Las islas verdes, estancadas desde 1970: necesitan jóvenes urgentemente

Canarias

Nos quedamos sin tiempo. Y es que, según las predicciones, Canarias contará con más de 2.500.000 personas en tan solo 15 años. Un crecimiento vertiginoso provocado, entre otros factores, por el envejecimiento de la población y el balance positivo demográfico que provoca la llegada de migrantes a Canarias.

Los expertos han advertido en el seno del Parlamento de Canarias que el modelo económico resulta algo obsoleto para las demandas de un territorio que podría colapsar, y que evidencia esos efectos en un estudio que ha elaborado la Universidad de La Laguna con el liderazgo de Luis Jerez Darias, profesor en Geografía e Historia y especialista en Subdesarrollo y Atraso Social. Las islas más pobladas, Tenerife y Gran Canaria. Hasta ahí, nada sorprendente. Pero es que La Palma, La Gomera y El Hierro solo concentran el 5% de los habitantes del archipiélago, una situación que se remonta a 1970, momento en el que la crisis agraria marcó un antes y un después en el porvenir de Canarias.

Un 5% que tiene, de media, más de 44 años. Una población envejecida que, según Jerez, "necesita de más cuidados. Y de un acompañamiento, en muchas ocasiones, permanente. La dependencia está totalmente relacionada con el envejecimiento". Algo que se repite en el resto de islas, pero en sus medianías altas y su parte interior. Pueblos como Tejeda, Artenara, Fasnia o Los Silos siguen el modelo de las islas verdes. Esta polarización demográfica, como afirma José Miguel González, director de Corporación 5, debe modificarse atrayendo gente a estos territorios. Porque el problema, según González, "no está en el crecimiento en sí de la población, sino en cómo redistribuir el territorio y gestionarlo". Y ahí entran en juego los elementos económicos que visibilizan, aún más, esta realidad.

"Necesitamos un modelo económico que no se centre en el turismo. Sectores como el agrario necesitan de gente joven que lo mantenga en el tiempo"

Elementos económicos como podría ser la vivienda. Santa Cruz de Tenerife es un buen ejemplo para tratar el tema. "Esta ciudad ha perdido progresivamente población". Estos dos expertos mencionados coinciden en que, uno de los aspectos a tener en cuenta, es este mismo, el de la vivienda. Si los ciudadanos no cuentan con un lugar que les permita vivir y trabajar al mismo tiempo, se irán a la periferia. De ahí la evolución, en los últimos años, del desarrollo de las zonas externas a las grandes ciudades. Las medianías bajas, les llaman.

José Miguel González acusa de esta falta de estabilidad territorial al propio sistema. "No estoy diciendo que se desincentive porque una persona cobre una contribución y ya decida no trabajar. Lo que digo es que es el propio sistema de gestión el que les imposibilita el seguir. Su contador está a 0 en lo que a burocracia se refiere cuando se deciden a intentarlo de nuevo". Un debate que en el propio Parlamento ha derivado hacia la necesaria implicación de la iniciativa privada para generar mayor actividad económica. "No se puede generar dinamización solo con la actuación del sector público", afirman desde los Grupos Mixto y Popular.

"Ciudades como Santa Cruz de Tenerife han ido perdiendo población por el precio o la falta de vivienda. La gente se está yendo a la periferia o medianías bajas"

El empleo ha sido otra de las ramas de este argumentario. La correlación entre el trabajo y la cualificación ha vuelto a salir a la palestra en el seno de la Cámara regional. ¿Los recursos públicos son suficientes para abordar el abandono de los jóvenes en la enseñanza no universitaria? Para ello, José Miguel González propone "la formación de la población activa, seguir formándose tras haber estudiado en primera instancia. Promover esa especialización, que haga que accedan al mercado de trabajo; un plan urbanístico adaptado, e incentivos a la movilidad. Recuerdo aquel que hubo sobre 300 euros por cambio de residencia. También diversificar la formación. Que no se oriente directamente a extender la terciarización de las islas. Sino otros ámbitos, como el agrario". González añade: "Canarias también podría intentar implantar exenciones a la Seguridad Social específicas por ser región ultraperiférica. Provocaría un efecto indemnizatorio".

Empleo, formación, descentralización, orientación a lo primario y la industria, incentivación, una ley que promueva esos incentivos y un modelo económico distinto... un debate con múltiples respuestas pero con factores que podrían permanecer en el tiempo: saldo migratorio positivo y un destino atractivo que promueva visitas a millones. Estamos a tiempo de revertirlo. Según las proyecciones, 15 años para que seamos 2.500.000 habitantes en Canarias. -Y de momento, tal y como está pensado nuestro modelo- habría que sumar los cerca de 15 millones de turistas que visitan cada año el archipiélago buscando "el paraíso".