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"No somos turistas, somos canarios que queremos volver a casa"

Los precios de los billetes aéreos que conectan al Archipiélago con la Península se disparan un 18%

Dos agentes de la Policia Nacional vigilan la puerta de llegadas del aeropuerto de València

Santa Cruz de Tenerife

Llevan años denunciándolo. La carestía de los billetes de avión que conectan al Archipiélago con la Península hace que regresar a casa por Navidad o en verano se convierta en toda una odisea para los canarios no residentes en las Islas. De hecho, viajar desde Madrid hasta Tenerife puede costar hasta 541 euros en las próximas semanas. Uno de los precios más económico, fijando el día del vuelo (y solo la ida) en el 22 de diciembre, es de 189 euros. En el caso de la ruta que une Barcelona con Gran Canaria, el precio mínimo encontrado a través de una compañía de bajo coste es de 90 euros.

El propio Gobierno de Canarias ha mostrado su preocupación por el precio de los billetes en épocas señaladas, aunque el crecimiento es sostenido en el tiempo. En el último año, y hasta el mes de octubre, el Observatorio de precios ha constatado que las rutas con Península se han encarecido de media un 19 por ciento para los no residentes y un 18 por ciento para los residentes en el Archipiélago. Es por ello que la consejería de Transportes ha solicitado al ejecutivo central adoptar medidas de control "equilibradas".

Los canarios no residentes exigen medidas de control para los precios: "No somos turistas"

Es algo que reclaman los canarios residentes en la península. Desirée, que vive en Madrid desde hace 12 años, asegura que "cada vez me siento más lejos de mi tierra" y que "es muy duro tener un hijo de 8 años pidiéndote a gritos que quiere estar con su familia y tener que decirle que ahora no podemos". También vive esta situación Luis, un canario afincado en Valencia desde hace 13 años: "La gente más humilde tiene que hacer malabares o volar en aerolíneas low cost para poder ir a ver a su familia. Cada Navidad y cada verano pasamos una horrible experiencia".

Ricardo, otro canario que vive en Málaga, no viaja a Tenerife desde hace un año. Entonces, el pasaje le costó unos 180 euros incluyendo maletas: "Hoy, mirando aproximadamente las mismas fechas, el viaje sale 250 euros". Es por ello que la plataforma que los representa, Canarios por una Justa Movilidad, pide soluciones urgentes al encarecimiento y denuncia que "no somos turistas, somos canarios que queremos volver a casa".

En estos momentos, la posibilidad que estudian los servicios jurídicos del Gobierno es la de establecer una Obligación de Servicio Público que limite el precio de algunas rutas entre Canarias y la Península. El consejero Sebastián Franquis ha insistido en la necesidad de tomar decisiones "equilibradas" dado que "cualquier medida no estudiada podría ocasionar una reducción considerable del número de plazas".

Las agencias de viaje piden reservar los vuelos con antelación

Preguntado por la posibilidad de establecer una Obligación de Servicio Público o cualquier otra medida de control, el presidente de la Asociación Canaria de Agencias de Viajes y Turoperadores asegura que "desde que pongamos unos precios mínimo, una tarifa plana para volar a Península, creo que perdemos la condición de competitividad entre empresas y las condiciones de tarifas económicas en épocas puntuales. Desde que pasen estas fechas de Navidad, las compañías empezarán con unas campañas muy agresivas para fomentar que el usuario vuele, con tarifas para el no residente desde 30 euros y para el residente de hasta 7 euros".

David Déniz atribuye el encarecimiento de los billetes aéreos al proceso inflacionista actual que atraviesa toda la Eurozona. "Esta dichosa guerra ha provocado unos incrementos en el coste de vida, en la energía, en combustibles... Todo eso se ha derivado a productos finales. El aéreo no queda exento de esa etapa de los carburantes, que es la única que puede hacer que crezcan los costes". Por tanto, pide a los canarios reservar sus vuelos con antelación para poder beneficiarse de precios más baratos ya que "si vamos a comprar los billetes muy cerca de temporada alta, por supuesto que nos podemos encontrar con que nos cuesten 400 y 500 euros o, incluso, que no haya plazas".