Salvar los suelos de Lanzarote y Fuerteventura, un reto posible con voluntad
Eduardo Franquiz: "Los niños conejeros y los niños majoreros son los que peor comen en el Archipiélago, y eso es una responsabilidad política"
Lanzarote
La conservación pasa a convertirse en un sinsentido en el momento en que se trata de proteger algo que ya no sirve o está en decadencia, y es que más allá de limitar la posibilidad de que continúe deteriorándose hay que tomar acción para regenerar y recuperar aquello que resulta valioso. Eso es lo que ocurre con los castigados suelos de Lanzarote y Fuerteventura, antaño plagados de parcelas fértiles para el cultivo.
En este sentido, la agricultura regenerativa se presenta como una alternativa para equilibrar los ecosistemas y devolverlos a la salubridad, algo que está íntimamente relacionado con el rescate de los palmerales y tuneras de Lanzarote y Fuerteventura.
Así lo ha explicado el consultor medioambiental y agricultor, Eduardo Franquiz, en Hoy por Hoy Lanzarote, y que se encuentra en la isla impartiendo un curso formativo al personal de la cooperativa RE+FLOTA de Tías. De hecho, explica el gerente de la cooperativa, Isidro Pérez, el interés por la agricultura regenerativa va más allá de las tuneras, que fueron escogidas por la cooperativa para iniciar el desarrollo de sus proyectos. "No solo estoy hablando de la agricultura, estamos hablando de la economía, y siempre hablamos de lo mismo, que tiene que ser una economía sostenible, pero es que el modelo en sí mismo es insostenible. Entonces estamos hablando de acumular riqueza cuando quizá no sea el camino. Hay una serie de dogmas que están aceptados por todo el mundo, por ejemplo, por qué tenemos que competir cuando podemos cooperar. Me cautivó el concepto de regenerativo, que enfrenta lo que es sostener algo que no tiene mucho sentido a regenerarlo", explica Pérez, quien reconoce que "nosotros hemos tomado la iniciativa porque ninguna institución ha apostado por esta línea de trabajo. Entendimos que nos hacía falta como formación".
Por su parte, Franquiz ha explicado por dónde pasa la clave para atajar la plaga de cochinilla mexicana que está asolando a los ejemplares de la isla, empezando por "estudiar bien la plaga, estudiar bien al enemigo para saber dónde están sus debilidades. Pero sí sabemos que todos los problemas que hay de plagas y enfermedades es principalmente por desnutrición vegetal. Lo que hay que hacer es trabajar en torno a la nutrición, y nosotros trabajamos mucho con la microbiología nativa, hacemos reproducción, activación, e inoculación de microbiología nativa y los resultados son sorprendentes" y urge a que "lo que deberíamos empezar es a hacer algunos ensayos y ver la evolución".
Fuerteventura tiene un 95% y en Lanzarote estamos hablando de un 90% de dependencia alimentaria, es decir, aquí no se produce nada.
— Eduardo Franquiz
Asegura que cualquier suelo puede ser recuperado, incluso aquellos en los que se han producido vertidos de hidrocarburos u otras sustancias tóxicas, y apunta a la gestión de los residuos como uno de los eslabones que deben revisarse para aprovechar algunos de los elementos que se tiran a la basura y que pueden ayudar a regenerar los suelos. "Estas corrientes o bien se aplican por creer en ellas o se va a tener que hacer por necesidad. Los costes son mínimos, es simplemente reconducir lo que está mal hecho, el concepto de residuo es muy malo, con eso ya nos está definiendo las políticas técnicas que se están llevando a cabo en la gestión, y es un recurso imprescindible que tenemos que reorientar", comenta.
Lamenta que "no se apuesta por cosas sencillas como esta. El desarrollo de un plan de desarrollo agroecológico basado en la agricultura regenerativa los costes de inversión son mínimos, lo que pasa es que no se cree en ellos, no se cree en la recuperación de los ecosistemas naturales. Y se hacen proyectos puntuales en los cuales hay grandes inversiones cuando no tendrían que ser tan grandes porque lo que hay que trabajar es en generar el equilibrio del ecosistema del suelo".
Es por ello que Franquiz aboga por "cambiar los modelos de producción, incorporar los programas de desarrollo agroecológico. Fuerteventura tiene un 95% y en Lanzarote estamos hablando de un 90% de dependencia alimentaria, es decir, aquí no se produce nada. Los niños conejeros y los niños majoreros son los que peor comen en el Archipiélago, y eso es una responsabilidad política. Y no sirve hablar de los intermediarios, porque van a hacer negocio, y la alimentación no puede ser un negocio. La alimentación es salud. Hay que apostar porque todos los centros dependientes de la administración pública como colegios, hospitales, o centros de mayores compren producto local".
La agonía de los palmerales
El consultor medioambiental avisa de que "el palmeral de Haría tiene los días contados. No hay regeneración natural, es un palmeral que tiene más de un siglo, es antropizado, lo plantó el hombre como iniciativa de un alcalde que vio que la palmera podía ser un potencial muy importante para Lanzarote, y está en regresión totalmente. Probablemente igual que está ocurriendo en Fuerteventura, dentro de 20 o 40 años nos quedemos sin palmerales. La población es la que se tiene que mover, porque es de ellos, no es una responsabilidad de otras personas, y la sociedad tiene que empezar a articular medidas y hacer presión para que se pongan en marcha programas de conservación que sean viables".
El palmeral de Haría tiene los días contados. Probablemente igual que está ocurriendo en Fuerteventura, dentro de 20 o 40 años nos quedemos sin palmerales
— Eduardo Franquiz
Respecto a los suelos degradados de Fueteventura, Franquiz explica que "de la extracción de los acuíferos se ha deshidratado el suelo. Si bien en las primeras capas el suelo siempre suele estar seco, en el subsuelo siempre había humedad, que basculaba en función de las necesidad que había de las plantas en la parte de arriba. La sobre explotación de los acuíferos ha deshidratado el suelo, y al tener un alto contenido en sales, ha salinizado el suelo también. A parte de eso, tenemos que darnos cuenta de que los ecosistemas naturales majoreros están totalmente alterados. Quizá sea la isla en la que los ecosistemas son más sensibles, están agonizando. Los palmerales majoreros están desapareciendo, y en 20 o 30 años desaparecerán prácticamente todos".
Gracias a la iniciativa de la cooperativa RE+FLOTA, cerca de una veintena de personas se formarán durante esta semana en Lanzarote con el consultor medioambiental en agricultura regenerativa, y hacen un llamamiento a la administración pública para que actúe en la conservación y regeneración de los suelos de Lanzarote y Fuerteventura con planes viables, efectivos y sostenibles a largo plazo.
La cooperativa RE+FLOTA de Tías se forma en agricultura regenerativa
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Érica Cerdeña
Editora de Hoy por Hoy Lanzarote desde septiembre de 2020.