Ser familia, con Carol Cerro: el bebé, ese gran desconocido

Las Palmas de Gran Canaria

En Hoy por hoy Las Palmas, con Jonás Oliva, los miércoles dedicamos un espacio sobre educación y crianza, con temas de interés para madres, padres, abuelos y el conjunto de la sociedad, con la doula y fundadora de la Asociación Espacio Vida, Carol Cerro. Puedes plantear tus dudas o consultas en el teléfono de whatsapp 607 575 031. En esta entrega abordamos la llegada del bebé a las familias y sus primeras necesidades. Seguramente, si se juntan una madre reciente, con su madre y su abuela, cada una tendrá versiones diferentes de lo que necesita ese bebé y de cómo atenderle mejor.

Todo lo que el bebé vive y siente, lo hace desde el embarazo y en el parto; y es en los dos o tres primeros años de vida cuando graba a fuego los principales rasgos de su personalidad. Es decir, el cerebro, que en ese momento está desarrollándose a toda velocidad y creando millones de conexiones neuronales, lo hace en base a las experiencias que vive. Cómo vive estas experiencias marca el sello de su desarrollo emocional. Y es que el cuidado de la primera infancia sabemos que a día de hoy puede ser preventivo frente a trastornos mentales, la violencia o la delincuencia.

¿Cuál es la primera necesidad del recién nacido? Sin duda, sentirse seguro a través del contacto, defendió Carol Cerro. En la primera mitad del siglo XX en psicología se seguía el paradigma de los doctores Sigmud Freud y Skinner, quienes pensaban que la base de la relación entre las madres y los bebés era el alimento. A mediados del siglo XX surgen las investigaciones sobre la teoría del apego. El psicólogo y psiquiatra John Bolwby concluyó que la relación del bebé con la mamá era un fuerte vínculo emocional, programado genéticamente. Y que la falta de contacto y la privación materna tenían graves efectos en el desarrollo del niño. Estudió niños y niñas en orfanatos y que habían pasado meses hospitalizados. Atribuyó a esas circunstancias los graves problemas emocionales, trastornos, mala gestión del estrés o violencia e incluso, el retraso intelectual que presentaban, frente a niños y niñas que no habían sido separados de sus familias y, en concreto, de sus madres. Años más tarde, Harry Harlow desarrolló su experimento con los monos rhesus.

Si atendemos a las bases de nuestra especie también podemos encontrar pistas de lo que necesitan nuestros bebés: mucho contacto, no quedarse solos, ser sostenidos y mecidos y comer a menudo. Porque los bebés lloran cuando los soltamos y solo se calman cuando te sienten cerca. Esta información puede ayudarte a entender que los bebés no están pidiendo algo que no necesitan. No es malo dar aquello que necesitan. Mientras la sociedad te dice no lo cojas porque se acostumbra, al mismo tiempo vende objetos sustitutivos de una madre: chupetes, carros, muñecos de apego. Y muestra una mala gestión del estrés y de los trastornos de ansiedad; una sociedad cada vez más envuelta en violencia que nace de una cultura del desapego.