El Heliodoro no disfruta con su equipo
El Tenerife no puede con la Ponferradina (0-0) con la mejor afluencia de espectadores de la temporada en el santuario blanquiazul. 16.660 espectadores se aburrieron con el pobre juego del cuadro blanquiazul.

Ante la Ponferradina el CD Tenerife sumó su cuarto empate consecutivo. / LaLiga

Santa Cruz de Tenerife
Horas antes del Tenerife-Ponferradina el club había colgado el cartel de "localidades agotadas" para el duelo ante los berzianos. Solo faltaba saber en qué medida habían respondido los abonados para conocer con precisión el número de aficionados que se habían dado cita en el recinto santacrucero. Después de varios partidos con entradas paupérrimas (Oviedo, Alavés y Andorra), las promociones activadas a raíz de la llegada del nuevo consejo, más el impulso de los abonos de la segunda vuelta, hacían prever que habría un extraordinario ambiente en el Rodríguez López pese a la errática trayectoria liguera del cuadro de Luis Miguel Ramis. Finalmente fueron 16.660 aficionados los que se dieron cita para animar al representativo y con la ilusión de disfrutar del primer triunfo de 2023.
La inesperada ausencia de Teto por lesión (sobrecarga de isquiotibiales del muslo izquierdo), abría la ventana de la titularidad a Samuel Sashoua, quien junto a Iván Romero, Elady Zorrilla y Enric Gallego formaban el cuarteto ofensivo tinerfeñista. El intocable Aitor Sanz y José Ángel eran los mediocampistas con la línea defensiva formada por Mellot, Sipcic, Sergio y Nacho Martínez. Lo que no cambió en el paisaje del partido durante el tramo inicial fue la falta de iniciativa del CD Tenerife, que, salvo chispazos sin electricidad, no era capaz de tener continuidad en el juego ni imponerse al cuadro del bierzo, que tampoco hacía mucho por meterle pimienta al partido. Apenas un par de asociaciones entre Romero y Shashoua y hasta cuatro saques de esquina (sin peligro), fueron las acciones más relevantes de los tinerfeños en unos primeros 45 minutos soporíferos y que llevaron al bostezo a la parroquia local, que se fue al descanso y al bocata con la sensación de otra primera parte inservible de su equipo.
Sin reacción tras la pausa del intermedio
Lo que estaba claro es que había que cambiar muchas cosas para, no solo generar más cosas arriba, sino poder llegar a ganar el partido. Sin cambios en el once, el Tenerife no pareció reaccionar después del descanso y el paso de los minutos alejaban cada vez a la grada del equipo, con una afición impaciente y esperando que su equipo le diera motivos para salir de la somnolencia. Llegó en el minuto 63 y los primeros cambios en el cuadro blanquiazul. Corredera y Waldo Rubio entraron al campo en lugar de Aitor Sanz y Elady, en el intento de dar criterio en el medio y meter verticalidad arriba. También la SD Ponferradina movió piezas y Naranjo y Edu Espiau también saltaron al verde faltando algo más de 20 minutos para acabar el encuentro. Unos minutos más tarde fueron Mo Dauda y José León, pero el tiempo pasaba y el gol no llegaba, así que quedaba apelar al arreón de los minutos finales para evitar un resultado adverso que complicara más la ya de por sí delicada situación en la tabla del equipo. Para ese tramo, Ramis optó por su última bala, con la participación de Borja Garcés en el sitio de un apagado Enric Gallego. El delantero melillense, con opciones de salir en este mercado de invierno, se juntaba arriba con Dauda y Waldo para intentar inquietar al equipo de David Gallego hasta el pitido final.




