"Es una locura": rechazo a las tres pistas en el aeropuerto de Gran Canaria que proyecta Aena

Las Palmas de Gran Canaria

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, sigue en contra de una hipotética construcción de una tercera pista del aeropuerto de la isla, ya que no es necesaria y, además, podría suponer un daño y no solo para la conocida como zona suroeste de la isla. Cree que con la actual configuración sería posible la creación de un 'hub' de comunicaciones aéreas si se consiguiera la quinta libertad en los vuelos y se tuviera que construir el parque empresarial aeroportuario. Antonio Morales, en declaraciones en el Hoy por Hoy el Drago de SER Las Palmas desde la edición de la feria turística FITUR en Madrid, califica de "locura" el plan director y su planificación de llegar siete millones de pasajeros en 2025, diez en 2030 o quince millones en 2050.

Está convencido que la tercera pista condiciona el desarrollo de la isla, no solo el sureste sino también a Las Palmas de Gran Canaria, al aumentar las servidumbres aeroportuarias, que con las actuales ya frena inversiones en lugares como el polígono industrial de Arinaga.

Los planes de Aena bloquean el desarrollo de barrios del entorno

El plan director tiene paralizados barrios como el de Ojos de Garza, incluidos en una posible expropiación si se construyera la tercera pista, pero que no se ha concretado en las últimas dos décadas. En las últimas semanas el pleno del ayuntamiento de Telde aprobó una declaración institucional pidiendo la retirada del plan director y, en el mismo sentido, se ha pronunciado el ayuntamiento de Ingenio, los dos municipios afectados en su territorio por el aeropuerto. Los vecinos de Ojos de Garza por su parte se reunieron estos días con el Diputado del Común de Canarias, Rafael Yanes, que se ha comprometido a preguntar en Aena y el Cabildo de Gran Canaria para conocer la planificación actual de la zona.

Límites al turismo en Gran Canaria

El presidente del Cabildo de Gran Canaria va más allá y pone en el debate el número de turistas que puede soportar la isla. Estima que no deben superar los 4 millones y medio al año porque hay riesgo de afectar al medio natural, lo que sería perjudicial para el propio turismo. Apuesta por mejorar la productividad más que ver el número de visitantes como termómetro del éxito del sector y pone como ejemplo los datos del año 2022 con menor cifra de turistas en relación con 2019, pero con un incremento del 30 por ciento en la productividad. Según los datos que ha difundido la institución insular el año terminó con 3 millones de visitantes y si se mantiene el crecimiento previsto se superaría durante 2023 la cifra de turistas del 2019, el último año antes de la pandemia.

Sobre los centros comerciales obsoletos en el sur de Gran Canaria, sobre todo en Playa del Inglés, apuesta por la colaboración público privada y una vía podría ser la declaración de ruina de aquellos que estén peor, aunque no exista acuerdo de los propietarios para su reforma. Respondía a las críticas de los empresarios sobre la parálisis de inversión en determinados espacios en municipios turísticos recordando que en muchas ocasiones el problema ha estado en los enfrentamientos entre empresas que han judicializado iniciativas como ha ocurrido en Meloneras o el Siam Park.