Ser familia, con Carol Cerro: parir sin miedo
En Hoy por hoy Las Palmas, con Jonás Oliva, cada dos miércoles dedicamos un espacio a la educación y crianza, con temas de interés para madres, padres, abuelos y el conjunto de la sociedad, con la doula y fundadora de la Asociación Espacio Vida
Ser familia, con Carol Cerro: parir sin miedo
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Las Palmas de Gran Canaria
En Hoy por hoy Las Palmas, con Jonás Oliva, los miércoles dedicamos un espacio sobre educación y crianza, con temas de interés para madres, padres, abuelos y el conjunto de la sociedad, con la doula y fundadora de la Asociación Espacio Vida, Carol Cerro. Puedes plantear tus dudas o consultas en el teléfono de whatsapp 607 575 031. En esta entrega abordamos el parto sin dolor.
Desde que somos niñas hemos escuchado que el parto es un castigo divino, “parirás con dolor“ dice la Biblia; y todos los partos que hemos visto, los hemos visto en el cine, donde lo cierto es que se transmite una imagen que nadie desea protagonizar. Y es que el parto, tal cual nuestra naturaleza lo tiene diseñado, no tiene nada que ver con eso que sale en las películas. En las pelis, todo pasa siempre muy deprisa. Casi no te da tiempo de nada entre la primera contracción y el nacimiento del bebé. Eso nos da una idea distorsionada, porque en realidad el parto es un proceso a fuego lento...necesita tiempo y calma. El cuerpo debe inundarse de hormonas y transformarse para dar paso al bebé.
En las pelis, la mujer nunca se entera de nada. Está desconectada de sí misma. No sabe qué hacer, cómo ponerse, cuándo empujar, ni cómo...cuando es un proceso que requiere de máxima conexión con una misma. Nadie mejor que cada mujer sabe lo que necesita su cuerpo. En las pelis, el padre es un estorbo, el pobre, está pálido, amarillo, a punto de desmayarse, sin saber cómo ayudar a su pareja... En realidad la naturaleza nos ha dotado de esta maravillosa capacidad y de toda la fuerza y el poder para poder dar a luz. Así que lo primero que tenemos que saber es que el parto es un proceso fisiológico.
Qué significa eso, pues que es un proceso que sucede sin que lo pienses o lo decidas conscientemente, en nuestros talleres para embarazadas y parejas ponemos el ejemplo de la digestión... tú comes, y no necesitas saber cómo funciona la digestión para digerir, de hecho va a suceder sin que tú puedas hacer nada por evitarlo o por acelerarlo. Lo segundo que te quiero contar es que nadie piensa en el parto como una parte de nuestra sexualidad, pero parir es un acto sexual en el que entran en juego las mismas hormonas que cuando hacemos el amor. Exactamente las mismas. Y trabaja la misma zona del cerebro y se desconecta el cerebro racional también, no puedes pensar cuando haces el amor y tampoco puedes al parir.
Tercero, nuestra biología ha decidido que para parir, necesitamos segregar oxitocina. La oxitocina es una hormona a la que el gran doctor Michel Odent, acuñó como la hormona del amor, porque es una hormona que está presente en los momentos más amorosos de nuestra vida. Cuando hacemos el amor, cuando parimos y cuando amamantamos, segregamos oxitocina. Pues resulta que para segregar oxitocina, la mujer necesita mucha tranquilidad, calma, nada que la ponga nerviosa, nada de prisa. ¿Qué mas cosas ayudan a segregar oxitocina? La intimidad, el no sentirnos observadas. La oscuridad, la luz sube nuestra adrenalina, el simple hecho de amanecer, la dispara. La seguridad, es vital para segregar oxitocina, que no te sientas en peligro.
La oxitocina es contraria a la adrenalina, si segregamos una, no podemos segregar con la otra y si lo pensamos es la manera en la que nuestra naturaleza nos protege... Si hay algún peligro, si hay nervios en el ambiente, no es seguro ponerte de parto, pensemos en cualquier mamífera en estado salvaje...el peligro nunca es un buen contexto para ponerte de parto y ponerte en peligro junto a tu cachorro. Así que cuando acompañamos un parto, esto va dirigido a los papás o acompañantes, es muy importante ser conscientes de transmitir calma, seguridad, crear esa intimidad y proteger el ambiente para que la fisiología nos ayude.
Por último, tenemos que saber otra cosa muy importante, y es que parimos con el cerebro mamífero, no con el racional. Necesitas desconectar, soltar el control y dejar que tu instinto te guie así que todo lo activa nuestro neocortex no ayuda. ¿Y qué activa el neocortex? El lenguaje verbal, las preguntas, las alarmas, la luz. Lo cierto es que la humanidad se convirtió en una plaga en el planeta, mucho antes de que existieran los ginecólogos o los hospitales, y bueno, lejos de no valorar todos los avances a nuestra disposición, solo lo digo para recordarnos que tenemos este poder de parir solas.
Todas las indicaciones de los organismos internacionales de salud y del Ministerio de Sanidad sobre la Atención al parto, van hacia intervenir sólo en caso justificado y proteger la fisiología. Los mejores resultados de mortalidad y morbilidad se dan en partos que empiezan solos, progresan solos y terminan solos, y porque la manera de nacer influye en la vida y nuestras experiencias de parto también se nos quedan marcadas.
Reflexión final
Ahí donde la naturaleza tiene previsto un coctel de amor la mayoría de las mujeres en las últimas generaciones da a luz en medio de mucho estrés, miedo, prisa, maltrato a veces (lo que se conoce como violencia obstétrica). ¿Qué sería de esta humanidad si pudiésemos nacer en ese coctel de endorfinas y oxitocina? Termino con una frase del gran Michel Odent, para cambiar el mundo, hay que cambiar la forma de nacer...y espero que este programa nos ayude a entender mejor la importancia que tiene.
Canción para la playlist de Ser familia
Al otro lado de la piel, Taànit Navarro.