Los sistemas de detección de movimientos sísmicos en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y de Involcán están a pleno rendimiento entre las islas de Tenerife y de Gran Canaria desde este viernes al detectarse un enjambre sísmico que ha puesto en alerta a los científicos. En concreto, entre las doce y media del mediodía de este viernes y hasta las cuatro y media de ese mismo día, los sismógrafos instalados en ambas islas han detectado treinta y siete terremotos, la mayoría de ellos detectados a una profundidad de entre treinta y cuarenta kilómetros y con una intensidad que ha oscilado entre las magnitudes de 1,7 y el 2,6. Desde el Instituto Geográfico Nacional han advertido de que, a pesar de que la mayoría de ellos se han detectado a esa profundidad, también algunos otros han superado el umbral de los diez kilómetros y menor profundidad. El Organismo dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha dicho asegurado a través de su cuenta oficial de Twitter que «se sigue trabajando para hacer un seguimiento a este enjambre». No es la primera ocasión que en este punto entre las dos islas más pobladas del Archipiélago se detecta un episodio similar. De hecho, «cada año se localizan alrededor de 400 terremotos», según la información hecha pública por el IGN. «En los últimos cinco años se han producido tres series parecidas en la zona y a esas profundidades». Sin embargo, a pesar de los registros, el IGN reconoce que el origen de estos movimientos sísmicos tienen «una sismicidad aparentemente de origen tectónico aunque no del todo conocido». Este viernes ha sido el día de mayor intensidad sísmica, aunque según los datos oficiales de los últimos días del IGN, durante los últimos quince días se ha intensificado la actividad. El día dieciséis de enero fue el segundo de la serie con más movimiento. Entonces los estudios detectaron catorce movimientos sísmicos que no superaron, en ningún caso, una magnitud de 2,0. Los detectores del Instituto Volcanológico de Canarias también fueron testigos del enjambre detectado en las últimas horas entre las islas que, recuerdan, «es una actividad normal». Según los estudios realizados durante las últimas décadas por este organismo, los especialistas concluyen que se trata de una «actividad sísmica relacionada con la falla entre Tenerife y Gran Canaria», reconoce Pedro Hernández, uno de los científicos que forman parte del equipo de Involcan.«Lo que ocurrió ayer fue un enjambre sísmico, una pequeña baja que no han pasado del 2,5 de magnitud». De hecho, Hernández recuerda que «llevamos muchos años detectando esta actividad sísmica y ya en el año 1989 muchos recuerdan un terremoto que superó el 5,0 de magnitud» y que hizo temblar a los a una buena parte de la población entre ambas islas. Los terremotos en las islas son relativamente habituales. Aunque la mayoría de los movimientos no se perciben por la población, existen algunos de ellos que sí que son muy intensos. El último movimiento, además de los vinculados a la erupción del volcán de la isla de La Palma, se produjo en el norte de la isla de Tenerife y fue sentido por más de una treintena de municipios.