La Justicia pasa palabra

Canarias

Dice el Tribunal Superior de Justicia de Canarias que, salvo alguna anomalía, de la que no responsabiliza a ninguna de las tres instructoras del caso Romina, no detecta irregularidades significativas en el lento procedimiento que ha permitido poner en libertad a un sospechoso de asesinar, descuartizar y quemar a su mujer. De estas dos últimas acciones es autor confeso, de la primera presunto para la Justicia y también autor para el Sentido Común.

El alto tribunal se quita en realidad de en medio en un caso espeluznante y deriva en el Gobierno de Canarias la responsabilidad, porque el fondo del problema, a su parecer, es de falta de medios. Y recomienda a la Administración de Justicia que habilite más recursos para evitar en el futuro retrasos como este. Que se limite a lamentar lo sucedido es la guinda de un lamentable informe que ha sido elevado al Consejo General del Poder Judicial, y ya veremos si también da, o no, carpetazo al asunto.

Nada dice el alto tribunal de cuándo podría sentarse en el banquillo el autor de este esperpento, por lo que desconocemos si pasaran otras cuatro semanas, cuatro meses o cuatro años más, permitiéndole campar a sus anchas por Madrid, donde al parecer vive, con la única obligación de dedicar un ratito de su tiempo libre cada lunes a ir al juzgado a firmar.