"Su mérito es darle voz a un pueblo": La emocionante despedida de Ignatius Farray con Manolo Vieira
El cómico canario desvela qué le dijo Vieira la última vez que se encontraron en Canarias
"Su mérito es darle voz a un pueblo": La emocionante despedida de Ignatius Farray a Manolo Vieira
Las Palmas de Gran Canaria
Manolo Vieira se fue para siempre después de más de cuarenta años de profesión a los setenta y tres años de edad. Dejó atrás toda una carrera de éxitos y un camino que, en sus inicios, había sido completamente inexplorado por el humor hecho en Canarias al traspasar las fronteras de las islas y aterrizar en Madrid. Sin dejar su complicidad de siempre, los artistas dedicados al humor de Canarias reconocen que Vieira marcó una senda y fijó un faro de luz lleno de risas y entretenimiento que ahora mantienen. Vieira reconoció que su humor "sólo lo entendemos los canarios", aunque consiguió que su estilo y las vivencias de sus personajes Carmelito y Maruca llegaran a escenarios de Miami.
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Es el caso de Ignatius Farray, el célebre cómico, guionista y actor canario que triunfa en Madrid, considera que Manolo Vieira fue "el primer cómico en España en explorar el formato de stand up comedy". Farray recuerda que a "genios como Gila o Pepe Rubianes siempre se les cita como precursores, pero tenían elementos teatrales". En cambio, con "Manolo daba la sensación de espontaneidad y frescura que es lo que se intenta dar en el género de los monólogos cómicos; fue el primero que plantó esa semilla y dejó el camino hecho".
La voz de un pueblo
En una entrevista en Hoy por Hoy Las Palmas, el cómico más rompedor de la actualidad en España ha recordado a Vieira como "una inspiración" y asegura que "es una suerte sentirlo como un ejemplo porque él se hizo su camino y lo hizo primero que nadie y nos lo dejó preparado al resto". Su último encuentro con varios humoristas del panorama canario se produjo el veintiuno de diciembre en el Club Chistera. "Estaba muy orgulloso de él porque era su taller". Allí, recuerda Farray, se encontró con Kike Pérez y con Aaron Gómez. "Aquella tarde fue entrañable. En la cercanía podías hablar con él y se nos escapaban las lágrimas por el sentimiento con el que nos hablaba como persona y como cómico sobre el oficio. Fue una fortuna", reconoció Ignatius Farray.
"Dijo algo que se te queda para siempre. Sus maestros en el humor habían sido su familia, sus amigos y sus vecinos en el barrio de La Isleta. Pasan los años y te das cuenta de que la risa es íntimo y personal, yo siempre digo que mi amor es chimichero, del barrio de Chimiche en Granadilla", aseguró Farray. "Para mi consiguió lo más grande que se puede conseguir en comedia, que es dar voz a un pueblo y le tenemos que estar agradecidos por regalarnos esa libertad de que dos personas se rían juntas".
Decenas de condolencias tras su muerte
Desde su sala Chistera en Las Palmas de Gran Canaria logró mantener su espectáculo desde 1988 hasta poco antes de su gira de despedida "La última y nos vamos" con la que iba a recorrer las islas y también por la península, sin embargo, el pasado viernes tuvo que suspender su actuación prevista en la isla de Lanzarote al sentirse indispuesto.
Manolo Vieira, fue Medalla de Oro e hijo predilecto de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y justo el mismo miércoles de su fallecimiento había sido nombrado Hijo Predilecto de la isla de Gran Canaria. Esa mañana fue su presidente, Antonio Morales, quien anunció que se encontraba entre el cuadro de honor del Cabildo de la isla. En el pleno de este jueves, Morales confesó que habló con su pareja por teléfono esa misma mañana para comunicarle el reconocimiento institucional. "Me dijo que estaba bien y había pedido el teléfono y las gafas para seguir la actualidad y, por la tarde, desde su círculo más cercano me comunicaron que había entrado en estado crítico y, desgraciadamente, falleció".
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