¡Es la ideología, estúpido!

Canarias

La archi-famosa frase de "es la economía, estúpido", con la que Clinton ganó a Bush, pone el foco en la cuestión esencial que marca o explica un determinado momento. Desde aquella campaña, se ha reutilizado infinidad de veces, dentro y fuera de Estados Unidos, aplicada a todo tipo de factores: el déficit, la empresa o los votantes, por citar algunos ejemplos.

En Canarias ha surgido una nueva versión: la de "es la ideología, estúpido". Y es que cada vez son más las voces de representantes de distintos sectores productivos que ponen el acento en el cariz ideológico de algunas decisiones políticas. Portavoces de la Alimentación y la Construcción las cuestionaron hoy en esta antena, señalando que "el debate sobre los precios está ideologizado" y que "hay ideologías que no son nada prácticas".

Y efectivamente intervenir en los mercados es propio de una ideología. Como no hacerlo, es propio de otra. La cuestión, por tanto, no es cuánta ideología se imprime a la economía, sino de qué tipo. Y cuál de ellas da mejor respuesta a los desajustes del mercado. Y es ahí donde, sin decirlo, los empresarios entienden que hay una ideología mala -la que quiere controlarlos- y una ideología buena -la que más les beneficia-.