"Una erupción en Tenerife es posible, la cuestión es saber cuándo": Nemesio Pérez resalta el valor del estudio que halló bolsas de magma bajo el Teide
El director de Involcan asegura que no hay un proceso preeruptivo en marcha ni el descubrimiento indica una explosión volcánica inminente
Entrevista a Nemesio Pérez, coordinador científico de Involcan
Santa Cruz de Tenerife
"La posibilidad de una erupción volcánica en Tenerife existe, sería estúpido no reconocerlo; la cuestión es saber cuándo, que es en lo que nos ayuda este estudio". Es lo que asegura el director de Involcan, Nemesio Pérez, en relación al estudio que ha revelado la presencia de un corazón caliente a unos 10 kilómetros de profundidad bajo el cráter del Teide. El experto pone el símil de una cuenta corriente, en el sentido de que si uno dispone de los datos del extracto, puede saber cuáles son sus gastos y conocer mejor el estado de su economía. En ese sentido, indica que los resultados de la investigación pueden servir para explicar el aumento de las emisiones de dióxido de carbono en el cráter y el incremento de la sismicidad que se han estado registrando en los últimos siete años.
El descubrimientro de la presencia de esta burbuja, un reservorio importante de magma a solo unos kilómetros de profundidad bajo el cráter del Teide, es uno de los resultados de un estudio de tomografía sísmica, un escáner por así decirlo, del interior de la tierra a partir de las ondas procedentes de los terremotos, que han aumentado progresivamente desde el año 2016 en el Teide. La investigación ha sido publicada en una de las revistas científicas internacionales más relevantes en el ámbito de la geofísica y es resultado del trabajo conjunto de Trofimuk Institute of Petroleum Geology and Geophysics de Novosibirsk, en Rusia, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y la Universidad de Granada (UGR).
Nemesio Pérez ha dejado claro que el hallazgo de esas bolas de material incandescente no significa que haya un proceso preeruptivo en marcha ni que vaya a haber una explosión volcánica inminente. Lo que trata de hacer Involcan es poder contar con el mayor número de datos posible para ser capaces de predecir con antelación si va a tener lugar algún fenómeno. Asegura que solo se amplía con ello las observaciones sobre la situación eruptiva de la isla, permitiendo a la comunidad científica predecir mejor los comportamientos del interior de nuestras islas.
Un corazón caliente a 10 kilómetros
El estudio, elaborado de forma conjunta por investigadores del Trofimuk Institute of Petroleum Geology and Geophysics de Novosibirsk en Rusia, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y de la Universidad de Granada, permiten visualizar y caracterizar, por primera vez, un "corazón caliente" a 10 kilómetros de profundidad bajo el cráter del Teide.
Una tomografía sísmica utilizando la microsismicidad localizada en el interior de la isla evidencia que en la corteza, por debajo de la caldera de Las Cañadas, es posible la presencia de pequeños reservorios magmáticos. Estos reservorios permiten a magmas basálticos de enfriarse, cambiando su composición química hacia magmas más evolucionados como los magmas fonolíticos, un tipo de magma potencialmente explosivo.
Además, tales reservorios pueden ser la fuente de erupciones muy explosivas, como la que ocurrió hace alrededor de 2.000 años en Montaña Blanca y que ha sido catalogada como una erupción subpliniana. El estudio también explica por qué las erupciones de Tenerife que ocurren fuera de la caldera de Las Cañadas, a lo largo de las dorsales de NE y de NO, tienen un carácter más efusivo, no pudiendo en estas zonas el magma estancarse por un tiempo suficiente para poder evolucionar hacía magmas potencialmente más explosivos.
Con anterioridad a este reciente estudio de tomografía sísmica, otra colaboración científica internacional liderada por la Universidad de Gradada en el 2007 lograba obtener el primer modelo tridimensional de la isla de Tenerife en el 2012. Para la ejecución de este trabajo de colaboración científica se contó con el buque oceanográfico R/V Hespérides desde el cual se realizarón 6459 disparos que fueron registrados por una red compuesta por 125 estaciones sísmicas. Este experimento de sísmica activa permitió investigar el interior de la isla hasta una profundidad de 10 kilómetros y debido a la naturaleza de la fuente sísmica artificial, solo fue posible obtener un modelo de velocidad de las ondas sísmicas P.