La economía, una caricatura
Santa Cruz de Tenerife
El crecimiento de los beneficios empresariales a cuenta del incremento inflacionista es, simplemente, indecente. Negar esta evidencia es el principal handicap para adoptar medidas que contribuyan a topar los precios de los alimentos para que, además de los empresarios, se beneficien también los consumidores. Especialmente los colectivos más vulnerables de esta crisis soterrada del modelo liberal.
El liberalismo económico presenta desde hace tiempo síntomas de agotamiento, pero tiene firmes defensores a los que les da exactamente igual sus efectos perversos sobre el mercado. Responden que no hay otro modelo, volviendo al eterno debate entre el capitalismo, el mal menor, frente al comunismo y su fallido intento de implantación en las sociedades democráticas.
La tercera vía, de la que tampoco les gusta hablar, es convertir la política en el instrumento capaz de corregir los excesos del mercado: con intervenciones puntuales en el sector inmobiliario o alimentario, por citar dos ejemplos, para poner coto a sus desmanes. O acabando con los oligopolios, en nombre precisamente de la libertad de mercado, en materia de transporte aéreo por citar otro.
Entre el blanco y el negro, hay toda una gama de colores sobre los que se podría dibujar una realidad distinta.
¡Ya va siendo hora de dejar de hacer de la economía una caricatura!

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




