El quinto contenedor de residuos orgánicos, un reto para Gran Canaria
Cada vez más ciudades apuestan por la implantación de un contenedor marrón para clasificar los residuos orgánicos y facilitar su transformación y reutilización
El quinto contenedor: un reto en Gran Canaria
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Las Palmas de Gran Canaria
La instalación del quinto contenedor en las grandes ciudades es uno de los retos de este siglo. El también conocido como contenedor marrón, sirve para separar los residuos orgánicos que luego, después de un proceso de clasificación, podría aprovecharse para generar un circuito de economía circular que permita convertirlo, por ejemplo, en energía. En islas como la de Gran Canaria, el Cabildo insular está apostando por el desarrollo de proyectos que permitan el impulso de la educación, la formación, en la necesidad de que estos residuos acaban bien clasificados desde su origen, es decir, en cada una de las viviendas. Para ello, están impulsando el proyecto Gran Canaria Composta que pretende la implantación del compostaje doméstico y comunitario que sirva para tratar estos retos en los entornos domésticos y centros educativos.
De momento, están a punto de alcanzar sus objetivos con cerca de 400 hogares (332 en la actualidad) y unos 155 (114 de momento comprometidos) centros de formación. "Se entiende que es una medida de reducción de residuos porque no llegan al contenedor", ha dicho María Elisa Monzón en Hoy por Hoy Las Palmas. La responsable del servicio de residuos de Gran Canaria considera que es "la primera medida que tendríamos que tomar".
"La problemática de los residuos en la actualidad es que la mayoría van al contenedor gris", reconoce Raúl Pérez Ríos, ingeniero químico y técnico superior del departamento de Energías Renovables del Instituto Tecnológico de Canarias. "Si los separamos desde el origen vamos a conseguir que se facilite la valorización de esos residuos para dos usos comunes: el compostaje y la digestión anaerobia". De este modo, el especialista sostiene que el "residuo se transforma en un recurso".
Incentivar para impulsar el reciclado
En ciudades como Las Palmas de Gran Canaria, con una amplia oferta cultural y de ocio, especialistas en innovación han detectado cuál puede ser la relación que vincule el estímulo del uso del quinto contenedor entre los usuarios. Se trata de tokenMYs, una aplicación todavía en fase experimental que pretende ser un espacio virtual que contribuya a mejorar la cantidad de restos orgánicos reciclados en la ciudad y en el resto de Canarias, hasta donde esperan llegar.
"Uno de los problemas que existe es la motivación de los usuarios", sostiene Juan Pedro Dyangani quien quiere "unir ecología con cultura". La idea de esta aplicación es disponer de un registro como usuario, adquirir bolsas de basura dedicadas a la clasificación de la materia orgánica y, por último, seguir la trazabilidad del resto. El administrador de ModoBIM ha explicado que a través de una "bolsa está identificada con un código QR que debió ser escaneado antes de tirar el residuo, luego escanear el QR que se encontrará en el contenedor y, por último, ese QR leído en el destino final de la planta de reciclado" se comprobará que, efectivamente, se ha cumplido con el objetivo. En ese momento, al usuario registrado se le sumará una especie de "dinero" en forma de tokens. Esto servirá para ser canjeado por incentivos como descuentos en entradas.
Seis municipios
Con el objetivo marcado por Europa para que a diciembre de 2023 los ayuntamientos incorporen un quinto contenedor para el depósito de residuos orgánicos, Canarias avanza sin prisas en su implantación. De los veintiún municipios grancanarios, solo seis han avanzado en su puesta en marcha. El primero de ellos fue Agaete involucrando a las hostelería y restauración. En Valsequillo el número de reducido de residentes ha posibilitado un servicio casi personalizado. Desde 2021, en la mancomunidad del sureste han impulsado proyecto piloto que se ha extendido a varios núcleos de población de Santa Lucía, Ingenio y Agüimes. Para complementar esta iniciativa, han empleado la figura del educador ambiental que se ha dirigido puerta a puerta a la población para informar de los diferentes aspectos del proyecto. En Las Palmas de Gran Canaria, sin embargo, se apuran los plazos para tener adjudicado los 1.600 nuevos contenedores para residuos orgánicos antes del otoño de este año.