Vuelve el calor y se mantiene la calima en Canarias tras la Semana Santa
Tenerife se encuentra en aviso amarillo debido al fuerte viento y al oleaje, y en algunas zonas de Gran Canaria se esperan rachas muy fuertes

GRAFCAN8760. ARONA (TENERIFE), 08/04/2023.- Numerosos turistas disfrutan del buen tiempo este sábado en la zona turística del municipio de Arona, al sur de la isla de Tenerife. En la imagen, numerosos surferos cogen olas en la zona de El Conquistador. EFE/ Miguel Barreto / Miguel Barreto (EFE)

Santa Cruz de Tenerife
Después de un puente de Semana Santa en el que el clima no ha acompañado del todo en Canarias, las tempretauras volverán a subir ahora que ya toca volver a las aulas y al trabajo. Las ligeras lluvias y el viento que han acompañado a los canarios y a los turistas que han llenado las playas del Archipiélago estos últimos días, la previsión meteorológica para este lunes indica que en la provincia occidental habrá cielo poco nuboso o despejado. Eso sí, en las costas del Norte se mantendrá el cielo plomizo, ya que habrá nubes bajas. De lo que no nos libramos es de la calima, ya que el molesto polvo en suspensión procedente del Sahara afectará especialmente a medianías y zonas altas durante la segunda mitad del día, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El ascenso de las temperaturas no será tan espectacular como el que se vivió la última semana del mes de marzo. No obstante, sí que podría ser notable el de las temperaturas máximas en medianías y vertientes este, sur y oeste. En esas zonas, incluso se podrán llegar a superar los 30 grados. De resto, los termómetros de la provincia oscilarán entre los 26 grados de máxima en Tenerife y los 16 grados de mínima en la isla de El Hierro.
Estado del mar
En cuanto al viento, seguirá soplando del noreste moderado con intervalos de fuerte. De hecho, hay que tener cuidado con las incursiones en el mar, ya que Tenerife está en aviso amarillo por viento y oleaje. En concreto, predominará la componente este en medianías y zonas altas. Probables rachas localmente muy fuertes en el extremo noroeste, así como en medianías y zonas altas de las vertientes oeste y sur.
En Gran Canaria habrá predominio de cielo poco nuboso o despejado con intervalos de nubes bajas en el litoral norte a primeras y últimas horas y con presencia de calima que afectará especialmente a medianías y zonas altas.
Según ha informado la Aemet, en Lanzarote y Fuerteventura predominarán los cielos poco nuboso o despejados con intervalos de nubes bajas al inicio en la vertiente oeste y de nubes altas por la tarde; y con calima que será más significativa durante la primera mitad del día y tenderá a remitir al final. En cuanto a las temperaturas estarán en ascenso moderado, llegando a ser notable el de las máximas en vertientes oeste y sur, donde se podrán alcanzar localmente los 34 grados; estando en Las Palmas de Gran Canaria entre los 25 grados de máxima y los 19 grados de mínima.
Finalmente, el viento soplará del noreste moderado con intervalos de fuerte, predominará la componente este en medianías y zonas altas. No se descartan rachas localmente muy fuertes en vertientes noroeste y sur, especialmente durante la segunda mitad del día.
Recomendaciones para sobrellevar la calima
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, y ante la presencia de calima, recomienda a la población tomar precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio.




