Sobre el populismo como arma de doble filo
Santa Cruz de Tenerife
El presidente Torres se despachó a gusto ayer, calificando de populista y propia de “alguien que sabe que se va a ir a la oposición” la oferta de rebajas fiscales, que el martes anunció Fernando Clavijo en un encuentro organizado por La Provincia en Las Palmas. Clavijo se comprometió a aplicar una rebaja de dos puntos en el IGIC, llevándolo al cinco por ciento, a dejar en tipo cero el impuesto de Sucesiones y Donaciones, deflactar el tramo autonómico del IRPF para combatir la inflación, y a eliminar el impuesto a los combustibles en La Palma, La Gomera y El Hierro y bonificarlo hasta la mitad en el resto de la región. Una propuesta de rebaja fiscal ambiciosa, que Torres calculó ayer provocaría un impacto de mil y pico millones en el Presupuesto regional. Mil millones son –millón más, millón menos- el diez por ciento del actual presupuesto, un enorme impacto en el gasto.
Torres considera que ofrecer esa rebaja fiscal es una propuesta populista, porque “no dan los números”, y que lo único que pretende es arañar algunos votos. El presidente se pregunta lo que implica tener mil y pico millones menos de ingresos fiscales. Y se contesta que eso significaría no seguir con las escuelas infantiles, reducir docentes y sanitarios, y poner en riesgo las políticas sociales que necesita Canarias: en educación, en sanidad, en servicios básicos, en la dependencia… Torres no explica cómo se gestionaban esos asuntos cuando había mil millones menos en el Presupuesto de los que hay en este 2023. Tampoco explica que esa situación no es tan antigua, no es de cuando gobernaba el populista Clavijo. Canarias se administró con mil millones menos hasta hace tres meses, cuando el Gobierno regional presupuestó ingresos por 10.180 millones de euros, un doce por ciento más de lo que se presupuestó para 2022.
Quizá Torres, que es de letras, no ha caído en la cuenta de que en los años que van desde que el Gobierno de las flores aprueba su primer presupuesto -el de 2020, con 8.066 millones si no se cuenta el gasto financiero- hasta hace menos de tres meses y medio, el Gobierno que preside carecía –según sus propias palabras y cuentas- de los recursos necesarios para cumplir sus compromisos electorales en educación, sanidad, servicios básicos, dependencia…




