¿Muchos o mucho?. that's the question

Santa Cruz de Tenerife

Sostiene un informe de Naciones Unidas que hablar de demografía desde un punto de vista economicista, que es lo que hacemos habitualmente, es un error. Reducir la humanidad a números, o utilizar calificativos como "bomba demográfica", está provocando que una "ansiedad planetaria". Seis de cada siete personas se sienten "impotentes" o "inseguras" ante los discursos que reiteran que no habrá agua, alimento o energía suficientes para las ocho mil millones de almas que convivimos en la tierra.

Hay que repensar, por tanto, cómo tratamos la cuestión demográfica: ¿hacemos un diagnóstico correcto? ¿ofrecemos las soluciones adecuadas? Parece que no.

Las políticas de control de la natalidad no pueden limitarse a proponer tener menos descendientes para paliar la crisis climática; o más, para resolver los problemas de envejecimiento. Ni las mujeres no somos una fábrica de seres humanos, cuya oferta se ajusta a las necesidades de la demanda.

La cuestión no es tanto cuántos somos, sino cómo vivimos. Y vivimos aumentando el desequilibrio natural de las cosas, fabricando y consumiendo más de lo que necesitamos. Este, y no la cifra, es el verdadero ser o no ser del debate demográfico