Los agricultores de Fuerteventura, hartos de la falta de agua: "Hemos perdido demasiada producción"
Hemos hablado con dos agricultores, uno ha dejado su trabajo y otro perdió el mes pasado 1.500 euros de verdura
Fuerteventura
Víctor va cada mañana a su finca en el valle de Fimapaire, y cada jornada sigue pendiente de la evolución de la red de suministro de agua por si se ha roto o averiado. La incertidumbre es constante entre los profesionales del sector primario de la isla, que denuncian que se haya producido la sexta avería en algo menos de 2 meses, la decimotercera en 12 años. Y es que parece mentira que en pleno siglo XXI dediquemos un espacio completo a hablar de gestión del agua cuando es un bien común y un recurso de primera necesidad. En tiempos en los que se nos llena la boca de palabras destinadas a lo importante que es la agricultura, la ganadería y su mantenimiento en Canarias, estamos pendientes de garantizar día a día el agua.
La historia de Víctor es como la de muchos otros que intentan que subsista su cosecha. Fimapaire vive la sequía de quien sufre pocas lluvias y la gestión de una red con obsolescencia clara. 1.500 euros de lechugas o berenjenas perdió el mes pasado, a raíz de la anterior avería. Esta vez sucedió en la estación de Puerto del Rosario. Dos módulos sufrieron un microcorte eléctrico que hizo que la capacidad productiva y de almacenamiento se redujera a más de la mitad, llegando solo a los 9.600 metros cúbicos, cuando su nivel original era de 27.000.
La última avería ha tardado en ser reparada, siendo necesarios operarios especializados de Gran Canaria
Mientras que el agua potable ha sido restaurada, así como otra avería en un motor eléctrico y en el sistema de filtración de las aguas, estos dos módulos han tardado más en recuperarse. Un tiempo más que válido para la producción de los alimentos locales, que sienten un calor cada vez más intenso en una isla con apenas precipitaciones ni grandes humedades.
"Cuando no hay agua, tiramos de aljibes. Los que podemos hacerlo. Un sistema tradicional que permite abastecernos en esos casos. Si no hay posibilidad de hacerlo de esa manera, lo tenemos complicado. Conozco comercios en La Oliva que han tenido que cerrar. Un bar que no ha podido aguantar estas averías y lo vemos continuamente cerrado", cuenta Víctor, que añade que 'cada 2 por 3 sufrimos averías y estamos hartos desde el sector primario, que terminará por desaparecer en la isla'.
Víctor perdió lo equivalente a la nómina de su único trabajador el mes pasado, con la quinta avería en la isla
'La red hidráulica está obsoleta. Yo en vez de una manguera y unos pequeños parches, pondría directamente 3 mangueras y, si falla una, por lo menos tendríamos otras opciones', propone Víctor. Hemos conocido también el caso de Alexis, este incluso más triste si cabe. 'Tuve que abandonar mi trabajo como autónomo, como técnico de explotación agraria porque ya iba a empezar a registrar pérdidas, demasiados gastos'. Este majorero tenía una finca en Antigua, en el sur de la isla, 'y llevo sin agua a raíz de esta última avería unos 5 días'. 'Llevan décadas sabiendo la solución. Hace 30 años se les dijo que poner una desaladora a 70 kilómetros iba a provocar siempre roturas. Es normal. La hay en explotaciones pequeñas, cómo no la va a haber con ese sistema. Lo malo es que no hay depósitos intermedios, a pesar de que sí ha habido presupuesto. No sé a dónde habrá ido el dinero', lamenta.
Alexis tuvo que dejar su explotación en el sur de Fuerteventura por las continuas averías en la red de agua
Los agricultores denuncian que existe una 'clara desidia' por parte de las administraciones. Por su parte, desde el Cabildo, su presidente insular en funciones, Sergio Lloret, reconoce que hay que renovar por completo y de manera integral el sistema que filtra y distribuye el agua, pero 'la solución ya está definida. De esta manera, intentaremos proteger el sector primario', afirmó en SER Las Palmas.
Mientras, los representantes del sector primario con los que hemos hablado afirman que 'tampoco se da un impulso a la agricultura desde otros sectores sí apoyados por la administración, como el turismo. He pedido hasta 3 veces a hoteles de la isla que compren mis productos , hechos aquí en la isla. Primero fue una respuesta positiva, ya después no me volvieron a escribir ni llamar más', cuenta Víctor.
'Tenemos que comprar productos de kilómetro 0, de casa', insisten los majoreros.
Y es que la producción local es con lo que contamos y, al final, repercutirá enormemente en nuestra salud económica y social el caso que le hagamos desde todos los ámbitos.