Fotografía laboral

Santa Cruz de Tenerife

Es cierto: unos tienen que trabajar pese a las condiciones de precariedad en las que lo hacen. Otros no quieren trabajar porque, haciendo números, no les sale a cuenta; mientras que unos terceros, aunque resulte doloroso reconocerlo, no quieren trabajar porque no les da la gana.

Así estan las cosas, incluyendo en la fotografía laboral a aquellos que gozan del privilegio y milagro de trabajar a gusto y con una buena remuneración en las contadas empresas en las que los propietarios de las mismas son entendedores de que su principal activo es el capital humano que conforman sus empleados.

Así las cosas, el principal debate del mercado laboral canario se centra en los que quieren trabajar , pero hacerlo no les sale a cuenta. Ellos y ellas son esos trabajadores que hacen números y llegan a la conclusión de que al final, la retribución a percibir no alcanza ni la condición de  aquello denominado “lo comido por lo servido”.

En defensa de estos trabajadores, diré que no conozco a empresario alguno que abra un negocio sabiendo de antemano que va a tener pérdidas y cuyos ingresos nunca llegarán alcanzar la condición de números azules.

Respecto a los que con todo su morro no quieren trabajar por nada del mundo, afirmo que, salvo excepciones, ellos son productos de las políticas clientelares 'low cost', que promueven los ayuntamientos de todos los colores políticos. Me refiero a esas familias a las que han adocenado mediante la costumbre de entregarles una bolsa de comida y alguna otra ayuda complementada con la habilidad para hacer unos cáncamos en la economía sumergida y a vivir, que son dos días.

Apreciación arriba o abajo, la gran verdad es que los salarios de los trabajadores canarios  siguen incrustados en el furgón de cola de los sueldos más bajos del estado español.

Así se refleja una y otra vez en las estadísticas que periodicamente publica el INE, y del que los empresarios se defienden afirmando que en  su sector los convenios estan libre y legalmente firmados por los sindicatos.

Uno ya suma años suficientes para estar distante de aquello de la apropiación y nacionalización de los bienes de producción y riquezas privbadas, pero la evidencia del fracaso de la redistribución de la riqueza no se la salta ni un ninja en una película de acción.

El mundo está tan mal repartido que mientras unos se ahogan en la pobreza, a otros hay que rescatarlos poniendo en marcha toda la logística posible, porque a unos pocos ricos le dio por meterse en un submarinillo llamado Titan para visitar los restos del trasatlántico Titanic.

No nos hemos extinguido antes porque debemos tener una neurona más que los dinosaurios.

Miércoles, 21 de junio. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.