Antídoto al cabreo

Santa Cruz de Tenerife

Las ideas se combaten con ideas y con hechos, pero no deja de ser cierto, que en esta España, políticamente bipolarizada, las buenas acciones gubernamentales de la coalición estatal son calificadas de positivas por la ciudadanía según las encuestas, pero paradójicamente y pese a ello, el gobierno de España lo tiene en chino para repetir en los sillones de la Moncloa.

Decíamos que las ideas se combaten con ideas y con hechos, pero nunca desde una encendida confrontación nacida desde las visceras pasionales.

Decía Santiago Abascal este fin de semana, y no se me caigan de culo por estar de acuerdo concretamente en este punto con el líder de VOX que manifestó “que dejaran en paz al electorado de su partido”.

Coincido, y Dios y la patria espero sepan perdonarme por semejante pecado con el líder de la ultraderecha, que fuera de la política tiene una vida laboral mas corta que la de los Reyes Magos, coincido con exintegrante del Partido Popular en que al electorado de VOX hay que dejarlo tranquilo.

Lo que, en otras palabras, significa que cuanto más se cargue contra los votantes de dicha formación más se aferran los mismos a su posicionamiento de respaldo a los planteamientos de esa formación que quiere derogar las leyes más destacadas y avanzadas de nuestra historia democrática.

El ejemplo lo encontrábamos este fin de semana en las redes sociales: un votante de VOX, cansado de que desde el otro extremo le estuvieran dando caña sin descanso a su voto, respondía con “un déjenme en paz, que yo voto lo que me salga de los trillos”.

Y ese es el error que están cometiendo las izquierdas en estos momentos: ir al cuerpo a cuerpo con las ideas de la derecha más radical o segur avisando de que viene el lobo vestido de caperucita azul.

No todos los votantes de VOX son unos nostálgicos de la España en blanco y negro, sino que muchos de ellos son los titulares del voto del cabreo, del sufragio de castigo por la situación de crisis que viven permanentemente y por las frivolidades cometidas durante años por los presuntos representantes de la soberanía popular.

Pierden el tiempo PSOE y Podemos cargando contra el verano azul que en España duró cuarenta años.

Sánchez y su socio lo que tienen que hacer es hablar de gestión en la medida que puedan hacerlo como antídoto contra el cabreo descomunal de la gente que se ha sumado a la extrema derecha sin conocer siquiera las caras de los candidatos por lo que votan.

Toca a la izquierda cambiar de táctica, y al Partido Popular recordarle en su verano azul, que Chanquete el del Pardo ya murió, y que, paradojas de la vida, fue un tal Pancho el que corrió la voz de tan comentado deceso.

Lunes, 26 de julio. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.