A cuidar el Teide

Santa Cruz de Tenerife

Se cumple en estas fechas, el décimo sexto año de la declaración del Teide  como bien natural por parte de la comisión de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.

Conviene remarcar la importancia de este hito, del que cabe decir, tal vez aumentó más el orgullo de los habitantes de esta tierra por tan icónico emblema de nuestra naturaleza y de nuestros sentimientos.

El Teide es una seña de identidad de un territorio y de unas gentes que en torno al pico más alto de españa, encuentran un punto de confluencia emocional coincidente dentro de la dispersión de fuerzas tan propia de nosotros los tinerfeños y las tinerfeñas.

Nos encontramos en medio de una celebración que requiere del reconocimiento a aquellas personas que emprendieron el camino de un largo peregrinar burocrático que concluiría con el reconocimiento de nuestro volcan como lugar referente dentro del amplio catálogo de bellezas naturales planetarias.

Eso sí, conviene recordar dentro de este ambiente festivo, la necesidad de escuchar y hacer caso a nuestra comunidad científica, que desde ya hace tiempo viene adviertiendo de los peligros a los que está sometida la flora endémica propia del parque natural de Las Cañadas.

Procede, pues, la adopción de las medidas, algunas de caracter drástico, para presevar la riqueza natural inherente al parque natural mas visitado del mundo.

Y los ciudadanos de a pie, cumplir con las normas básicas de respeto a la naturaleza, que todos conocemos al dedillo, pero que muchos obvian de manera flagrante e incomprensible.