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"Hay que acoger a personas de otras naciones alguna vez en la vida": cuarenta y tres años de Vacaciones en Paz para el Sáhara

Cerca de un centenar de niñas y niños saharauis aterrizaron el catorce de julio en Canarias desde los campamentos de Tidouf en Argelia

El programa Vacaciones en Paz, que cumple cuarenta años, permite acoger a un centenar niñas y niños saharauis en Canarias / Europa Press News

Las Palmas de Gran Canaria

Otro verano más, familias canarias participan en el programa de Vacaciones en Paz. Este proyecto, activo en varios países europeos, conecta a niños saharauis con familias que están interesadas en acogerlos durante dos meses. En total, 4.500 niños pasarán este verano fuera de los Campamentos de Tidouf, en Argelia, donde se pueden alcanzar los cincuenta grados de temperaturas. Las familias canarias acogen a un centenar de niños que llegaron este catorce de julio. Desde el Cabildo Insular este lunes se le ha dado oficialmente la bienvenida a los 42 niños que se quedarán en Gran Canaria. Durante el acto, con las familias acogentes presentes, se ha reafirmado su "apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui".

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Aunque sea un programa activo a escala europeo, la participación de España y, en concreto de Canarias, es muy importante. Una de las lenguas oficiales de la población saharaui es el español, lo que facilita la adaptación y la convivencia entre los niños y las familias. Además, ambas sociedades han mantenido un vínculo histórico estrecho con Canarias. "El Sahara Occidental fue un punto de emigración muy importante para Canarias, más de 15.000 canarios encontraron allí su forma de trabajar para manetener a los hijos, a sus familias en Canarias", Octavio Melián, presidente de la Asociación de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, encargada de organizar Vacaciones en Paz en Canarias.

La relación que se forma entre las familias que acogen con los niños y niñas es muy fuerte. De hecho, la Asociación organiza viajes para que las familias vayan a los campamentos a visitar a los niños que acogieron. Hay vínculos tan fuertes que mantienen el contacto durante años, llegando a ver como los niños crecen y forman su propia familia. Es una experiencia de aprendizaje y de crecimiento para ambas partes, asegura Melián.

Octavio Melián: "Hay que acoger a personas de otras naciones alguna vez en la vida"

Cuarenta y tres años desde las primeras Vacaciones en Paz

Vacaciones en Paz lleva operativo en Canarias desde 1980. Al principio todos los niños se quedaban en el mismo alojamiento: un colegio, un instituto, una casa de acogida... En 1993 las familias canarias empezaron a acoger a estos niños y niñas en sus casas y, desde entonces, es un programa que va en auge, exceptuando el parón causado por la pandemia que todavía siguen notando. Eso sí, aclaran que esta pausa no se debe al desinterés por parte de las familias; de hecho, este año algunas de las interesadas en participar se quedaron fuera del programa. Según Melián, esto se debe a limitaciones externas, como el medio de transporte. "En Canarias es más complicado porque normalmente son aviones de la compañía argelina que están en torno a 100 pasajeros".

En los Campamentos de Tidouf hay comisarios de la Asociación de Solidaridad con el Pueblo Saharaui. Su función es encargarse de la organización de este programa. Antes de que lleguen los niños y niñas a sus destinos de acogida, existe una selección previa. Los que tengan necesidades médicas y, además, o muestren interés educativo tienen preferencia. La asociación tiene un convenio con el Servicio Canario de Salud para que atiendan y diagnostiquen a los niños que lo necesiten.

La educación siempre ha sido una prioridad para el Pueblo Saharaui. De las primeras construcciones que hubo en los campamentos fueron escuelas "partiendo de la base de que si un pueblo no tiene cultura no existe". En los campamentos pueden acceder a una educación básica, pero para los estudios universitarios dependen de ayudas de otros países y universidades. Este criterio de selección es una forma de premiar a los niños que continúen sus estudios. Vacaciones en Paz es un programa que se mantiene activo desde hace más de cuarenta años con ayuda de varias asociaciones canarias y nacionales, de instituciones como cabildos, ayuntamientos, el Gobierno de Canarias, y de todas las familias canarias que están dispuestas e interesadas en acoger a estos niños y niñas en sus casas.

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