"Salen para sobrevivir": Abdou Kane, sobre la ruta canaria de la migración
La vulnerabilidad política de Senegal ha provocado la huida masiva de personas a Canarias
Canarias
"No pueden hacer más. Ya les han expoliado el pescado, les han quitado todo lo que tenían, y están instalándose cada vez más empresas multinacionales en Senegal que hacen imposible que los jóvenes trabajen en este país", explica Abdou Kane, senegalés que vino en patera hace décadas a la isla de Tenerife y se quedó trabajando, tras una intensa formación, como auxiliar de enfermería en la sanidad pública.
Kane, que conoce a la perfección la situación de su país porque allí siguen estando sus familiares y amigos, se lamenta de la actual situación de insurgencia política, por el deseo del actual dirigente de llevar el país a una tercera legislatura bajo su nombre, algo que no está permitido por ley y que ha llevado a protestas al resto de ciudadanos contrarios a la política de Macky Sall. Todo tras condenar al opositor Ousmane Sonko, algo que podría impedir su presentación a las presidenciales de febrero de 2024. "No te puedes ni manifestar", afirma Kane, que dice que todo "se está poniendo complicado. De ahí que tengan que venir a Canarias", explica.
El 35-40% de las personas que llegan a Canarias proceden de Senegal, el país con mayores conflictos de la zona del Sahel en los últimos meses
Es significativa la presencia de senegaleses en la ruta canaria, la más mortífera del mundo. Según datos de El Diario, más de 2400 personas de este país habrían llegado hasta el 29 de agosto, pero lo que manejan periodistas especializados es distinto. "Calculamos que, por la cantidad que se ha recibido en 2023, más de 13.300, el 35-40% procedían de Senegal", dice Txema Santana, ex-asesor del Gobierno de Canarias en materia de migraciones y periodista experto en el tema.
"Las rutas son como son y se alteran por distintos factores. Y ahora, la situación se orienta en torno a Senegal", explica Santana. "Así como se pone el foco en el país, habrá que pensar en las embarcaciones que vienen de Mauritania, sorprendentemente están llegando más y no es usual". Y habrá que ver las consecuencias que el trágico terremoto de Marruecos traerá sobre las rutas migratorias. "Puede llegar a afectar o no. Depende de cómo se aborde también por parte del reino alauita la gestión de este desastre".
Otra cuestión: no solo son las personas que llegan, son las que se quedan por el camino en la ruta atlántica. La fosa común en la que se ha convertido el océano. Según la ONG Caminando Fronteras, en los primeros seis meses del año han perdido la vida en embarcaciones precarias cerca de mil personas. "Puede haber muchas más", dice Helena Maleno, "no hay medios para saber el total".
Y mientras, este año se cumplen 29 años desde que llegó la primera patera a Canarias con personas en su interior huyendo de las condiciones de vida de sus países en África. "Más de 178.000 personas han sobrevivido a la ruta canaria, solo en esta década 70.000", asegura el experto en migraciones.
Los que llegan también se quedan en las islas, aunque la mayoría es trasladado a otros lugares de la Península, y si no pueden obtener protección internacional, se les repatria a sus países de origen.
Los que se quedan, contribuyen sin duda al Estado del Bienestar. Abdou Kane es uno de esos ejemplos. Llegó hace más de una década a las islas en patera. Durante la travesía, vio morir a sus amigos, y se alejó de su tierra de origen, Senegal, en cuanto pudo, por la pobreza que le rodeaba. "El expolio del pescado por parte de países más agraciados económicamente, además de las pocas oportunidades que incluso las multinacionales le dan a los jóvenes, hace todo más complicado", nos cuenta Kane, que ahora es auxiliar de enfermería en el Servicio Canario de la Salud.
Pero la identidad siempre queda, y por ello, creó la Asociación Aquí Estamos, que se dedica en la isla de Tenerife a acompañar y ejercer labores de educación y otro tipo de talleres con las personas que llegan. "Seguimos yendo a Las Raíces y cada vez está más difícil la cosa porque llegan en masa", dice. "Vamos, les ofrecemos té, café, estar con ellos. Asesoramiento jurídico e incluso clases de español para favorecer su integración social." Clases que se imparten en El Fraile, en Arona, desde hace años, y que promueven la inserción en la cultura, el idioma y en general, en la vida diaria de una comunidad que ahora les acoge, pero que se ve imposibilitada a hacerlo en verdaderas y dignas condiciones.
"Les he llevado incluso a mi casa cuando las condiciones de los centros no eran las idóneas." Se refiere a una ducha de agua caliente, condición junto con la de escaso espacio y problemas de convivencia que se hicieron visibles -sobre todo- tras la crisis migratoria durante la pandemia.
La posibilidad de que existan asociaciones como la que lleva Kane, que los acompaña y les haga un poco más amena la estancia en Canarias, proporciona un margen para todos los que llegan. Pero las islas necesitan ayuda.