Defender unas islas que se desconocen

Santa Cruz de Tenerife

No sabemos si el último movimiento en Bruselas de la Plataforma Salvar Chira Soria tendrá algún recorrido o quedara como una expresión más de su derecho al pateleo. Y es que en Canarias hemos visto de todo a la hora de parar inversiones, con tanto ruido que normalmente no terminamos de averiguar si tal o cual proyecto era realmente beneficioso o perjudicial para nuestro progreso.

En asuntos energéticos la cosa se complica aún más si cabe. Lo que ayer era un clamor, como apostar por la eólica o la solar, se vuelve una contestación por su impacto ambiental. Y quien era referente de sostenibilidad es cuestionado por impulsar el mayor almacenamiento de energia alternativa al carbón o el gas.

Lo que resulta bochornoso es que en nombre de Canarias traten de sentar cátedra en Europa representantes insistitucionales que muestran un sonjorante desconocimiento de las Islas que dicen defender. Oír hablar de nosotros como si aquí campara a sus anchas la mafia calabresa siempre me ha parecido un insulto a la inteligencia de los canarios.

Ya es hora de entender que para defender una idea no hace falta retocer la realidad, ni desproporcionar los impactos. Ni mucho menos insultar a quien piensa distinto.