Sociedad | Actualidad

Arafo quiere renacer tras el incendio con "identidad, tradición y corazón"

El alcalde, Juan Ramón Martín, hace valoración del estado en el que quedó el municipio y las pérdidas económicas tras el paso del fuego

Finca Larrate entre la zona quemada de Candelaria y Arafo / Presidente de la Bodega Comarcal

Santa Cruz de Tenerife

El pueblo de la música; ese que cada calle rebosa serenidad, tranquilidad y una armonía en clave de Do, Fa o Sol; ese que presume de pan por el sabor tan bueno que le caracteriza; ese pueblo del que no te vas sin comer un bocadillo de bistec de cerdo que quita el hambre para todo el día; ese que mantiene a sus personas mayores sentadas en los bancos alrededor de la plaza contando anécdotas, historias o comentando lo que pasa cada día. Arafo es para muchos un municipio con tradición musical, tradicional y paisajística. Un municipio que el pasado mes de agosto vivió con terror la cercanía de las llamas y que ha quedado desolado tras el paso del fuego por una de las zonas más productivas de Tenerife.

El incendio del pasado 15 de agosto comenzó en Lomo Redondo, justo al borde de la carretera conocida como la de Los Loros y al lado de un pequeño mirador, en la carretera que une el casco de Arafo con la carretera TF-24 que sube el Teide. Y ahí comenzó la pesadilla para un municipio de 5.623 habitantes.

Juan Ramón Martín es Alcalde del municipio desde 2019 cuando decidió dar un paso adelante en la carrera política y compaginarla con la docencia en historia. No abandonó su vocación pero tampoco dejó de lado el amor a su pueblo y el ansia por dejar un futuro mejor a las generaciones venideras. Una respuesta de los vecinos en forma de mayoría absoluta que revalidó el pasado mes de mayo y superó el número de concejales.

Juan Ramón Martín muestra desolación pero también esperanza en un municipio al que el incendio ha dejado dañado sentimental, económica y paisajísticamente. Arafo ha perdido parte de su apicultura, de su viticultura y su paisaje. "Necesitamos repensar y planificar estrategias para renacer, para volver a ser lo que hemos sido siempre", señala.

El alcalde puso de manifiesto la situación compleja en la que el paso del fuego ha dejado la apicultura; "15 apicultores araferos han perdido todas sus colmenas y, aquellos que han salvado la estructura, las colmenas en sí, han perdido las abejas que, por calor, han muerto". Además, hizo alusión a la castaña con unas cualidades importantes, una seña de identidad y tan característica del municipio tinerfeño que tiene un dulzor especial debido a la vertiente insular en la que se encuentra. En este sentido, añadió que "entre el 50% y el 60% de los castañeros están arrasados por el fuego, un daño muy complejo porque la castaña en Arafo supone un aporte importante para la renta de muchas familias".

Sin agua no hay identidad

Sin agua no hay agricultura y, sin agricultura, no hay identidad. Las redes de riego han sido de esos daños que duelen y han quedado en un estado inservible. "Las canalizaciones son por manguerones de politireno y se han quemado, es imposible su uso porque están quemados", recalcó. En este sentido, quiso señalar que "el agua no se está perdiendo, ni se perdió en su momento, se pudo hacer un trabajo de urgencia y se pudo verter en el canal Río-Portezuelo pero las canalizaciones que se necesitan para abastecer el agua de riego son más complejas y más costosas".

Juan Ramón ha confirmado que "la comunidad de regantes no tiene fondos para acometer las obras y dar agua de riego a zonas de municipios que hoy no pueden ser regadas pero ya han encargado los estudios pertinentes, estimando los daños en torno a 200.000 euros". El alcalde recordó la situación económica del municipio en un pasado donde tuvieron que acogerse a un plan de ajuste que limitaban los gastos; "no tenemos ahorro pero estamos saneados porque hemos conseguido pagar la deuda".

Asimismo, trasladó que tanto la presidenta del Cabildo Insular de Tenerife, Rosa Dávila, como la Consejera Insular del Medio Rural, Blanca Pérez, son conscientes de la situación. "Desde el primer minuto son conscientes de que 120 agricultores no pueden regar porque, además, estamos en momento de plantar y si no le damos un riego de inicio pues los cultivos no van a prosperar", recalcó. El alcalde afirmó que están buscando medidas de auxilio para resolver el problema.

Oportunidades entre cenizas

Arafo vivió verdaderas escenas de terror cuando el incendio comenzó en zona de interfaz, esa zona que se encuentra entre masa forestal y casco urbano. En líneas de prevención y recuperación, el mandatario señaló que "hay que redactar planes específicos para cultivos y solucionar problemas puntuales y graves como el riego agrícola". Juan Ramón recordó que Arafo tiene un plan redactado desde 2017, que necesita de medios técnicos y humanos, enfocado a la prevención de incendios, limpieza de solares o la eliminación de la flora exótica y sustituirla por la autóctona.

Si algo llama la atención del municipio es el Barranco de Añavingo, un barranco que ardió durante dos días a la vez que lo hacían los corazones de los araferos que veían como la seña de identidad que aúna la flora, fauna, tradición o cultura del municipio se iba con las llamas. En relación al pinar, el alcalde recordó que no se trata de un pinar histórico y sacando el lado positivo añadió que "es fruto de una reforestación de mediados del siglo pasado y ahora tenemos la oportunidad de actuar con la intención de prevenir y devolver a un paisaje que era agrícola a ese sector primario".

Por ello, aludió a la "lógica de lo que fue y se debe devolver con una base de respeto al paisaje y a la agricultura". Los pinares que ardieron se replantaron sobre los bancales y ahora hay una nueva realidad: "que se vuelva a plantar la tierra y que los nuevos agricultores saquen una renta y ayuden al municipio por el simple hecho de tener una finca limpia que hace una prevención de incendios necesaria".

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00