Esto ya no es lo que era
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COMENTARIO CASTAÑEDA 3 OCTUBRE
Santa Cruz de Tenerife
Vivimos tiempos de cambios permanentes. Al punto de que hasta se podría afirmar con carga nostálgica que esto ya no es lo que era.
El patio ha cambiado tanto que hasta las inauguraciones han dejado de ser un acto festivo en el que se cortaba una cinta con tijeras de plata transportada en una bandeja también de tan noble metal.
En las nuevas inauguraciones ya los políticos no exhiben sonrisas Profident, y las niñas ataviadas de maga han sido suplidas por los rostros circunspectos de los representantes públicos.
Hemos pasado de inaugurar carreteras a inaugurar situaciones de “emergencia energética”. Así lo ha hecho el gobierno de canarias que viene avisando con claridad, valga la paradoja, de que en las islas nos podemos quedar más a oscuras que las parejitas que bailaban música lenta allá por los finales de los años 60 y comienzos de los 70.
La situación es tan preocupante, y no es coña, que gobierno central y autonómico deben moverse con suma celeridad porque si el infortunio nos golpea en el mejor de los casos nos vamos a quedar cantando aquello de “y todo a media luz, a media luz de amor”.
Por lo tanto, ya no es tiempo de reproches y si es necesario, la consejería de Cultura del Gobierno de Canarias que dicte una orden por la que se le prohíba a los grupos folclóricos cantar el tradicional Esta noche no alumbra la farola del mar.
Bromas aparte, urgen soluciones inmediatas. Así que, en esta materia, el Gobierno de España debe alejarse de cualquier tentativa dilatoria y sumar soluciones con el Gobierno de Canarias.
Eso sí, avisado quedan de que el barco de la luz que suministraba electricidad a Tenerife desde el puerto de Santa Cruz, pasó hace años a mejor vida.
Tres de octubre. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.




