"Sacamos cadáveres y debes hacerte una coraza" : el duro relato de un tripulante de Salvamento Marítimo

La sobrecarga de trabajo de los 56 tripulantes de las siete embarcaciones que dispone Salvamento Marítimo es cada vez mayor ante el aluvión de intervenciones que deben atender. En tan sólo doce horas cuatro tripulantes de la Salvamar Adhara rescataron a 680 migrantes de cuatro barquillas en aguas cercanas a la isla de El Hierro. Una situación que está desbordando a los trabajadores de las embarcaciones de rescate del organismo estatal. Para Manuel Capa, tripulante de la Salvamar Polimnia y representante del sindicato del Mar CGT, «supone una merma en la capacidades físicas y mentales» de sus compañeros ante las constantes operaciones de rescate que deben atender, especialmente durante este periodo de calmas marítimas que propician la llegada de estas frágiles embarcaciones sobrecargadas de personas. Además «debes hacerte una coraza por salud mental», para evitar que decaiga el estado de ánimo durante el duro trabajo que supone rescatar a decenas de personas de una frágil barquilla cuyos ocupantes, en muchos casos, se encuentran en mal estado de salud y teniendo mucha precaución en el momento crítico de la maniobra de rescate, evitando en todo momento que puedan desequilibrarse caer al mar o hacer que vuelque la precaria embarcación. Por este motivo, Capa no entiende cómo es posible que el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Maslaska, sostenga que existen recursos suficientes para acometer las incesantes labores de auxilio de Salvamento Marítimo. Este representante sindical considera que los problemas no se solventan sólo con la incorporación de un avión para vigilar la salida de los cayucos desde las costas de Senegal, como anunció esta semana Marlaska en su reciente visita a la capital grancanaria. Capa asegura que, al igual que sus compañeros, hacen jornadas maratonianas que superan con creces las 37,5 horas semanales establecidas. Es más, denuncia que apenas «se generan descansos», trabajan treinta días sin descanso con intervenciones constantes. «No podemos alejarnos ni diez minutos del puerto», asegura, mientras están pendientes durante las 24 horas de una salida en cualquier momento. Hay puertos como el de El Hierro o en el municipio tinerfeño de Granadilla donde no hay ningún tipo de servicio cercano. «Estamos esclavizados», sentencia. Por eso considera que las rotaciones deben realizarse con más frecuencia. «Pedimos turnos de trabajo quince días de trabajo y treinta de descanso. Así sería mucho más llevadero, podríamos estar a pleno rendimiento en las lanchas 3 días de trabajo seis de descanso», asegura. Además advierte de los peligros a los que puede enfrentarse la tripulación y sus operaciones de rescate con una plantilla agotada porque supone «una merma física y psicológica que puede conllevar a accidentes a terceros que son el auxilio a estas personas ». También los intentos de recortar la flota de embarcaciones de rescate como sucedió recientemente aunque se evitó tras la denuncia del sindicato.

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El representante de los trabajadores del sindicato CGT piden reducir a la mitad sus turnos y permanecer embarcados quince días consecutivos en lugar de treinta

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