Sobre las nuevas exigencias de Junts
Santa Cruz de Tenerife
Puigdemont exige a Sánchez reconocer que Cataluña es una nación. Inicialmente, el prófugo de Waterloo exigía que ese reconocimiento figurara en la Ley de Amnistía que el PSOE se ha comprometido a presentar. Pero eso no es posible, porque hasta los más sanchistas del Constitucional dejaron claro que no hay manera de aprobar la Ley si se plantea en esos términos. La aceptación deberá por tanto ser tan sólo paralela a la aprobación de esa amnistía que era inaceptable para Sánchez y sus ministros hasta que de aprobarla dependió su continuidad en sus cargos.
Que Cataluña sea una nación –algo que defienden centenares de miles de catalanes que se movilizan en la Diada reivindicando esa idea- no debiera ser un problema, sólo debiera serlo si se acepta que esa declaración implica sostener la idea de que los catalanes tienen una identidad propia, diferente a la del resto de los españoles, y por ello tienen también derechos distintos.
Que Sánchez incorpore en su programa de Gobierno –que no tiene rango de ley- que Cataluña es una nación, es sólo un truco para que esa definición, planteada por los nacionalistas como parte del articulado de la Ley de amnistía, figure en un acuerdo político, no en las propia Ley. Y es que si figurara en la Ley, ni Conde-Pumpido se atrevería a bendecir la amnistía desde el Constitucional.




