Fósforos y cerillas

Santa Cruz de Tenerife
Prendo, como sinónimo de encender, los medios nacionales, y el fuego de subsuelo que todavía mantiene activo el incendio que se comió nuestra corona forestal me corre por las venas de manera inmediata.
Ahora vienen a descubrir la mayoría de los medios de comunicación continentales, que en canarias el fenómeno migratorio es asunto de extrema gravedad, que desborda los recursos y la capacidad de recepción de estas islas.
Y ello sucede, principalmente, porque el gobierno de españa pasa a habilitar en la Península de manera urgente lugares para dar techo a esta dolorosa y doliente marea humana procedente de áfrica.
Por eso, y porque los dirigentes de comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular ponen el grito en el cielo por este flujo humano que les llega sin ser avisados previamente.
Si los populares supieran que al ayuntamiento de La Laguna, sin que se enterase, le llegaron varias decenas de migrantes hace unas semanas al centro de acogida de Las Canteras de manera inopinada, tal vez se darían un punto en la boca con sus manifestaciones, que se quedan al borde de convertirse en un fósforo (una cerilla para que me entiendan) y un barril de gasolina a punto de transformarse en un eslabón más de la cadena racista que crece sin tregua en este país.
Bueno, no solo no se enteró el Ayuntamiento de La Laguna, sino que tampoco hicieron que se enterara el delegado del Gobierno en Canarias.
Así de participativa es en ocasiones la acción en materia migratoria del gobierno de España.
Pero a lo que iba: quería darle las gracias a la casi totalidad de los medios nacionales por descubrir ahora el drama migratorio del que es testigo desbordado Canarias.
Por último, a los incendiarios del bosque racista y anhelantes de los viejos tiempos, recordarles aquella canción de Antonio Machín que decía: “Pintor que pintas iglesias, por qué no pintas angelitos negros, que en el cielo también los quiere Dios”.
Qué suerte vivir aquí...dicen.
Viernes, 27 de octubre. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.




