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Cada grancanario produce más de un kilo y medio de basura al día, por encima de la media española y europea

La producción total aproximada de residuos municipales en un año fue de casi 500.000 toneladas, lo que implica una ratio per cápita de 590 kg/hab. año

Entrevista a Elisa Monzón, jefa del servicio de residuos de Gran Canaria

Gran Canaria

La consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias ha hecho público el Estudio Ambiental Estratégico y la versión inicial del Programa de Prevención de Residuos Plan Director de Residuos de Gran Canaria, un documento importantísimo que se somete ahora a consulta pública pública. El objetivo es reducir la cantidad de residuos, impulsar la reutilización y la responsabilidad de todos. De su lectura se desprende que en Gran Canaria, generamos más residuos que la media de España y de la Unión Europea, y que hay aspectos muy mejorables en la recogida y el tratamiento de los residuos por parte de los municipios.

La producción total aproximada de residuos municipales en 2019 fue de casi 500.000 toneladas, lo que implica una ratio per cápita de 590 kg/hab. año (es decir, 1,61 Kg/hab. día). Cada grancanario tira a la basura algo más de un kilo y medio de basura al día. Este dato es superior a la media nacional y de la UE que se sitúan por debajo de los 500 kg/hab. año. Los datos de 2020 están debajo de esa media por el efecto del confinamiento debido a la pandemia de COVID-19 que casuó una drástica reducción de las actividades productivas y sobre todo del turismo, por eso se toma como referencia el año 2019.

Cada vez se generan más residuos en la isla

Como recoge el Plan Insular de Residuos de Canarias, el PIRCAN, las razones de una ratio tan alta incluyen: los residuos catalogados como municipales, procedentes de industrias, comercios y servicios y la población flotante. Es decir, turistas y otros residentes, que no está suficientemente representada y, principalmente el hecho insular que lleva aparejado un consumo diferente, con una mayor proporción de envases y embalajes, ya sean domésticos o industriales, unido al mayor consumo en general originado por la propia actividad turística.

En Gran Canaria de 2016 a 2020 se observa un marcado incremento de la producción de residuos municipales, tanto en valores absolutos, como “per cápita” entre 2016 y 2019 que luego ser reduce en 2020 por la crisis debida a la pandemia de COVID-19. Ha habido un incremento notable de las entregas en general, y en particular de metales, Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y pinturas en los Puntos Limpios.

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Dificultades con el plástico, papel y cartón

No todos los residuos recogidos de forma separada, o entregados de forma voluntaria tienen como destino exclusivo la preparación para la reutilización o el reciclaje. Todavía resulta muy difícil separar algunos plásticos y también el papel y cartón. En la fracción mezcla todavía hay porcentajes significativos de envases, algo más del 20% en los rechazos de la planta de clasificación, básicamente film. Pero también papel y cartón, algo más del 20% en la planta de clasificación, básicamente papel impreso. No así con el vidrio, por debajo del cero por ciento en esos rechazos.

Por eso este documento plantea que se puede y debe aumentar y mejorar especialmente la recogida separada de envases (bolsa amarilla) y la recogida separada de papel y cartón. También sugiere el documento considerar la implantación de la recogida separada de film comercial en determinadas zonas de la Isla, por ser este el material más abundante o más difícil de separar y tratar. Gran Canaria dispone actualmente de dos complejos ambientales: Ecoparques de Salto del Negro y Juan Grande. Además, dos plantas de transferencia: Guía y La Aldea de San Nicolás y ocho puntos llimpios.

Incumplimientos en los municipios

En el caso de los residuos comerciales asimilables a domésticos (considerados municipales), no se cumple la obligatoriedad de acreditar documentalmente la correcta gestión de sus residuos por parte del productor ante la entidad local. En el periodo 2016-2019, ha habido un incremento notable de las recogidas separadas de residuos, "si bien queda mucho camino por recorrer", dice el documento. La cantidad de residuos no reciclables y rechazos provenientes del tratamiento de los residuos destinados a su eliminación en vertedero, alcanzó la cifra total de 407.878,94 t en 2019.

El documento también menciona en sus conclusiones que los municipios de la Isla no disponen por regla general de ordenanzas de gestión, y la mayor parte si dispone de ordenanzas fiscales. Si bien, en ninguno de los dos casos están adaptadas a la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular o a la anterior Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados (a excepción de Mogán). Por eso este documento plantea en sus conclusiones en primer lugar que es un imperativo legal aplicar en toda su extensión la normativa sobre gestión de los residuos.

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Imposible cumplir los objetivos de 2025

El documento da por hecho que va a ser imposible que la Isla se acerque al objetivo 2025. Es necesario sentar las bases para posteriormente seguir avanzando en los objetivos de 2030. Para ello, resulta imprescindible mejorar los canales de comunicación y coordinación entre las distintas administraciones de la Isla y con el Gobierno de Canarias. El documento plantea la "necesidad urgente de actualización, tramitación y aprobación del Plan Territorial Especial de Residuos de Gran Canaria, por parte del Cabildo Insular, que incida, entre otros muchos aspectos, en la prevención, preparación para la reutilización, el aprovechamiento de los biorresiduos y desincentivar la eliminación en vertedero", recoge.

El exhaustivo trabajo también habla de la necesidad urgente de disponer de datos actualizados de caracterización y composición de los residuos domésticos y asimilables, y de sus distintas fracciones, con una periodicidad adecuada de dos o tres años. Así como de todos los rechazos de los procesos de tratamiento implantados, con una periodicidad anual. Es imprescindible planificar e implantar nuevas recogidas separadas de flujos de residuos concretos (p.ej. biorresiduos), y potenciar al máximo las existentes y garantizar a 20 años vista la eliminación de rechazos en vertedero.

Un escenario negativo si no se toman medidas

El escenario futuro no es nada halagüeño. Si no se toman medidas urgentes, se van a producir afecciones a la biodiversidad, la fauna, la flora, la tierra, la población y la salud humana. El documento prevé un incremento de la presión sobre especies protegidas y un prejuicio sobre la salud humana por aumento de contaminación atmosférica. También un aumento de molestias a la población, e incluso dice literalmente "alteración de las condiciones de sosiego público", si no se aplica el plan.

También se dibuja un escenario con afección a la población derivada de las emisiones de olores. Además, un incremento del riesgo de procesos contaminación de suelos, aguas subterráneas y superficiales por saturación de celdas de vertido en el Complejo Ambiental. En el escenario futuro que dibuja el documento si no se aplica el Plan, veremos en Gran Canaria una alteración de la calidad del ire por el incremento de transporte de residuos y también afección de la calidad paisajística.

Javi Rodríguez

(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena...