Opinión

Trabajar en empresas que no heredaremos

LA MIRADA 30 OCTUBRE

Santa Cruz de Tenerife

Sostienen los empresarios que el absentismo laboral crece en Canarias a tal ritmo que pone en peligro algunos negocios. Al oírlos, pudiera parecer que una pereza colectiva se ha apoderado de parte de los trabajadores de las Islas y que están poniendo en práctica particulares fugas de San Diego para no cumplir con su deber.

Ya sabemos que generalizar es la mejor manera de errar en un análisis. También que el absentismo tiene que ver en no pocas ocasiones con un malestar que, desde la pandemia, crece como la marea: poco o poco pero imparable.

Más que cuestionar a la propia empresa, a su organización o escasa generasidad salarial, la duda se plantea sobre uno mismo o misma, sobre cómo hemos asumido individualmente el deber de trabajar.

Hay una tendencia a cambiar la cultura de dejarnos la piel por una organización que no vamos a heredar, como dice la sabiduría popular. No tengo tan claro que eso sea necesariamente malo. Quizá toca repensar cómo organizar el negocio para que cada trabajador produzca, sin renunciar a una vida más allá de la empresa.