Abusones de libro

Santa Cruz de Tenerife

Al menos 343 escolares canarios contaron que sufrían acoso en Canarias y solo 34 vieron atendidas sus denuncias. La cifra es clamorosa y debe hacernos reflexionar sobre la deficiente respuesta que estamos dando, como comunidad educativa y como sociedad, a un problema grave que ocurre en nuestras aulas.

Conviene que tanto los docentes como los progenitores extremen la observación, en los centros y en las casas, para detectar los síntomas de un acoso. No vale responder con la frivolidad de quienes creen que siempre ha habido abusadores y abusados en los colegios. Hoy en día hay más conciencia y más recursos para protegerlos, pero también más altavoces para hacer sentir mal a las vícitimas. Las redes sociales son, en este sentido un polvorín que, en demasiados casos, ha llevado a adolescentes al suicidio.

La violencia en las aulas es un hecho constatado, que no se debe ni despreciar ni minimizar. Todo lo contrario, hay que sacarlo del silencio cómplice que, también más frecuencia de la deseada, permite a los acosadores actuar con impunidad, sabiendo que el sistema no funciona como debe.