Una de condonación

Santa Cruz de Tenerife

No sé bien por qué, siempre asocié el término condonación con un profiláctico, pero al conocerse en la jornada de ayer que el pacto con los independentistas catalanes lleva asociada la condonación de 15.000 millones de euros de los más de 70.000 que Cataluña le debe a las arcas del Estado, todo me quedó claro.

En esta carrera sin descanso de Pedro Sánchez hacia la investidura, vale todo, hasta la condonación como profiláctico democrático por aquello de la erótica del poder.

No se me asusten, pero de manera individual a mí ni la amnistía, ni la concesión de un referéndum me alteran lo más mínimo, porque tengo claro que del otro lado harían lo mismo y más, si pudieran, por conseguir poner sus culos en los asientos del poder.

Pero lo de perdonarle a Cataluña en números redondos el 20 por ciento de su deuda con las arcas del Estado, no tiene un pase.

Estamos ante un agravio comparativo insultante para el resto de las comunidades españolas, por mucho que ahora se diga que esta vía también queda abierta para el resto de autonomías.

A mí los gritos de Feijoó, desaforado porque sabe que se juega el sillón ante los suyos, me entran por un oído y me salen por el otro.

Hasta patético me parece el popular invocando a García Page para que emprenda una rebelión en las filas socialistas y cierra España, cuando ha pactado sistemáticamente con una extrema derecha que es constitucional, pero no constitucionalista.

Pero la concesión económica hecha a los independentistas y conocida en el día de ayer no tiene un pase.

De la misma manera que pienso que Rajoy dejó pudrir en una gaveta la cuestión catalana para encontrar un desvió de la atención pública de la corrupción que inundaba al partido popular de aquel entonces, creo que la dirigencia y militancia socialista se ha convertido en un avestruz ,que en tierra la cabeza ante el master presidencial que se está pagando Pedro Sánchez con los dineros de todos los españoles.

Da pena mirar a derecha izquierda, pero a mí me duele este PSOE, que más allá de amnistías y  referéndum, llega a reventar la maltrecha hucha nacional por aceptar pulpo como animal de compañía por la ambición presidencial de Pedro Sánchez.

Esta ronda la pagamos todos los españoles.

Viernes, 3 de noviembre. Buenos días, La Palma.  Buenos días, Tenerife.