Reencarnación a la derecha

Santa Cruz de Tenerife

Vistas las casuales y coincidentes apariciones de la justicia española en pleno proceso de las negociaciones entre el gobierno de España y los independententistas de Junts para cerrar la redacción de la propuesta de amnistía, creo que no es el mejor momento para reafirmar la independencia y neutralidad del poder judicial patrio.

Pero con independencia de este asunto, que lo ocupa casi todo en estos momentos en nuestro país, quería dejar claro que me repatean aquellos sujetos, que con sentencias favorables a los enemigos por ellos denunciados siguen con la matraquilla de poner en entredicho la inocencia de sus rivales absueltos por los tribunales de justicia.

Y es que para dicha caterva, la justicia es buena cuando les otorga la razón, y la justicia arrastra oscuras y siniestras hipotecas cuando sus resoluciones son favorables a sus demandados o querellados.

Algo así de igual sucede con esa gente partidista que cuando ganan las elecciones afirman rotundamente que el pueblo es sabio, y que cuando caen derrotados en las urnas afirman que la sociedad que no les votó son un rebaño de borregos. En fin, una actitud enfermiza propia de fanáticos salvadores de la humanidad.

Les suelto todo este rollo, porque los tribunales de justicia le han vuelto a dar la razón al Ayuntamiento de Santa Cruz en su posición de no avenirse a cumplir lo que el anterior gobierno de canarias le conminaba a hacer con la más que abundante simbología franquista existente en la capital tinerfeña.

Las cosas deben hacerse legal y correctamente para que la justicia con posterioridad no te pinte la cara.

Creo que pocos son los que me superan en las ganas de ver caer el monumento al dictador existente en la Avenida de Anaga, pero si las cosas no se han hecho conforme a la legalidad, procede callar y aceptar la resolución judicial de manera respetuosa.

Otra cosa es que prevalezca la duda sobre la sincera intencionalidad de cumplir con el contenido de la ley respecto a la simbología franquista, pero la legalidad es la legalidad.

Así que toca seguir esperando por parte de los que no entendemos qué hace en pie después de tantos años de democracia tanta evocación a un golpe de estado y tantos años de barbarie represiva.

Respeto absoluto a la resolución judicial desde la convicción de que, visto como crece la extrema derecha, la simbología franquista perdurará unas cuantas reencarnaciones más.

Jueves, 9 de noviembre. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.