Dos corredores en pugna

Santa Cruz de Tenerife

Si no fuera porque me duele y me preocupa este país tan dado históricamente a salirse de la rambla de la coexistencia pacífica, me compraría unas entradas de las denominadas zonas vips y me dedicaría a observar desde la altiplanicie política los capítulos de esta España que ya no son dos sino una reivindicativa realidad plurinacional.

Me gustaría que alguien hiciera spoiler y me contara cómo va a terminar este flamear de banderas, mejillas expuestas al sol, y una izquierda comadreja esperando en el subsuelo que el temporal escampe después de la sesión de investidura.

Creo que la derecha anda felizmente desubicada al encontrarse con la propiedad de la calle y una izquierda mirando a la Moncloa a la espera de que Pedro Sánchez se saque de la chistera uno de esos conejos de la suerte que le ha permitido sobreponerse a toda cuestión adversa que se le ha presentado.

Pedro ‘el renacido’ se mide a una derecha que fue la fuerza más votada, pero que por los pelos no alcanzó los votos suficientes para gobernar, mientras que con la amnistía a los hijos del procés y con la billetera de los dineros públicos, Sánchez ha logrado sumar una mayoría holgada de 179 votos.

Repito, a mí me preocupa cuánto va a durar este clima de crispación extrema y en qué desembocará este vodevil que puede concluir en drama a lamentar.

La derecha no logra entender que ganar no equivale a gobernar, mientras que a Sánchez le importa un bledo retorcer cualquier realidad para continuar sin cambiar su colchón de la Moncloa.

Si no fuese por el desconocido desenlace, desde mi localidad vip, esto daría para una humorada de la España cañí con guardias civiles dispuestos a dar hasta la última gota de su sangre para defender el orden constitucional (vivir para ver) y señores de togas y puñetas al arrebato contra una ley de que desconocen y ofendidos cuando no es la primera vez que Europa le pinta la cara a la justicia española.

Feijó y Sánchez, decibelios y cánticos aparte, son dos corredores pugnando por sentar sus reales en la Moncloa. El primero pidiendo una repetición de elecciones que no tiene fundamento alguno, y el segundo haciendo de España un país de plastilina a su imagen y semejanza.

Si no fuera porque hay mucho pirómano suelto, esto está bueno para ser succionado por el sillón y quedar sepultado por una montaña de cotufas.

13 de noviembre. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.