El veranillo de San Martín se queda enganchado a Canarias: más de 30 grados y calima en pleno noviembre
El calor durará toda la semana y los canarios se preparan para varios días más de tanto calor que será posible disfrutar de cálidas jornadas de playa

La AEMET avisa de que quedan varios días de calor
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Santa Cruz de Tenerife
¿Qué hacemos achicharrados y durmiendo con el ventilador puesto a mediados de noviembre? ¿Por qué nos ronchamos cada vez que vemos los abrigos en los escaparates de las tiendas y nos resistimos a guardar las cholas? La respuesta tiene nombre y llega en loor de santidad: veranillo de San Martín. Aunque no es una certeza científica, la observación popular ha acuñado esa expresión al ver que esos días cálidos se repetían con cierta regularidad año tras año. Y por supuesto, se le buscó una explicación. Como nuestros antepasados se fijaron en que venía cayendo hacia la mitad de noviembre, y el día 11 es San Martín, se fraguó la leyenda de que el santo había compartido su capa con un mendigo aterido de frío y por eso Dios le habría premiado con unos diítas de tiempo playero en las fechas en que se celebra su nombre.
Y en esas estamos. Los días cálidos han sido la nota en toda España durante la última semana. Pero en Canarias, mucho más. De hecho, el veranillo sigue con nosotros. Hemos tenido calima, hemos tenido playas llenas de gente y hemos tenido calor como si fuera agosto. Además, lo vamos a seguir teniendo. La Agencia Estatal de Meteorología prevé que los termómetros sigan animaditos, al menos, hasta el fin de semana. David Suárez, el delegado de la AEMET en el Archipiélago, ha explicado que se están alcanzando máximas de 32 grados.
Pero ¿qué es exactamente lo que se conoce como veranillo de San Martín y dónde se produce? Para empezar, hay que dejar claro que no es un fenómeno meteorológico propiamente dicho, sino expresión popular que se ha extendido por varios lugares del mundo, incluida España. Se trata de un periodo de tiempo anormalmente cálido para producirse en mitad del otoño, como una especie de alivio para los que no terminan de superar el estrés postvacacional o llevan muy mal lo pronto que anochece desde que cambiaron la hora. No se da en una fecha fija ni dura exactamente los mismos días cada año.
Duración y efectos
Su causa, lógicamente, es una situación anticiclónica que hace que casi no haya ni nubes, ni precipitaciones ni fuertes viento. Si dura mucho, como está pasando ahora mismo en el Archipiélago, y pasa de dos o tres días, ya nos ponemos creativos y empezamos a hablar de veroño, un palabro que nos hemos inventado en los últimos años, obvia mezcla de verano y otoño. No obstante, aunque carezca de precisión matemática, el veranillo de San Martín, largo o corto, sus efectos no son nada desdeñables. Ha habido años en los que las temperaturas máximas han sido hasta 10 grados más altas de lo habitual en esa época del año.
En algunas zonas también se le llama veranillo del membrillo, ya que es aproximadamente por esta época el momento en el que este tipo de frutas alcanzan su punto óptimo de maduración y son recolectadas.
Otros veranillos
No es el único veranillo que hay a lo largo del año. También está el de San Miguel, que tiene lugar en las cercanías del 29 de septiembre. En otros lugares del mundo se le llama veranillo de los Arcángeles (Miguel, Gabriel, Uriel y Rafael). A esta fecha, en el mundo anglosajón, se la conoce como Michaelmas, una fiesta cristiana de menor entidad que se sitúa cerca del equinoccio de otoño en el Hemisferio Norte. De hecho, el veranillo de San Martín solamente ocurre en nuestro hemisferio.
Sin embargo, el fenónemo en sí ocurre también en nuestras antípodas: en el Hemisferio Sur ocurre un fenómeno similar en invierno (el invierno austral), conocido como veranillo de San Juan. Hay que recordar que allí las estaciones son inversas a las que vivimos en latitudes europeas y EEUU.
Otro respiro meteorológico popular en la cultura anglosajona es el llamado Indian summer (verano indio). Es todavía más inespecífico que nuestro veranillo de San Martín, ya que el glosario de la MET Office lo define como "un breve período de tiempo cálido y suave que tiene lugar en el otoño, especialmente en octubre y noviembre". El origen de esta expresión se ha situado en en Estados Unidos, concretamente en Nueva Inglaterra, por lo que se cree que deriva de la costumbre de las primeras naciones americanas de aprovechar esa época para recolectar provisiones para el invierno.
Más información
En el refranero
-Como era de esperar, al ser un dicho fruto de la sabiduría popular, los veranillos tienen su reflejo en el refranero español. Tanto el de San Miguel como el de San Martín.
-Por San Miguel, gran calor, será de mucho valor
-Por el veranillo de San Miguel están los frutos como la miel
-Por San Miguel, primero la nuez, la castaña después
-En septiembre, a fin de mes, el calor vuelve otra vez
-El verano de San Miguel falta muy rara vez
-Todo fruto viene bien con calor por San Miguel
-De San Martín a Santa Isabel, veranillo es
-El veranillo de San Martín dura tres días y ¡fin!
-A todo cerdo le llega su San Martín, por ser una fecha en la que es tradicional llevar a cabo la matanza del ganado porcino.




