Miguel Cabrera Pérez-Camacho dimite como presidente del Real Casino de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife

El abogado Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha dimitido este viernes, 1 de diciembre, como presidente del Real Casino de Tenerife de manera temporal tras ser suspendido por la Universidad de La Laguna de su labor docente y estar en medio de un proceso judicial por abusos sexuales. Según ha podido saber Radio Club Tenerife-Cadena SER, las acusaciones de abusos sexuales por parte de varios alumnos suyos de la academia tinerfeña y el proceso judicial abierto le han llevado a tomar esta decisión.

El pasado 9 de noviembre un joven de 24 años denunció a Pérez-Camacho por una presunta agresión sexual. Según relató, los hechos ocurrieron el pasado 17 de octubre en el domicilio del acusado. Luego, se unieron a la denuncia una decena de alumnos más. En un principio, el denunciado argumentó que se trataba de una falacia, que era todo un montaje por parte de un abogado al que él había despedido hacía poco tiempo.

Sin embargo, más tarde llegó a confirmar ante el juez que le realizó masajes al joven, que fueron mutuos, y que en cada caso duraron unos cinco minutos. En su defensa, el letrado presentó ante la autoridad judicial un documento firmado por "todos mis alumnos" del Grupo 1 de cuarto del Grado de Derecho, donde se avala su buen comportamiento.

"El Real Casino de Tenerife no puede verse perjudicado por las acusaciones contra mi persona"

En el comunicado difundido este viernes por el propio Miguel Cabrera Pérez-Camacho, vuelve a reiterar su inocencia y justifica la dimisión para no perjudicar al Real Casino de Tenerife por acusaciones contra su persona. Este es el comunicado completo:

Estimados Socios:

A la vista de los últimos acontecimientos, con el total apoyo de la Junta Directiva y por lealtad a esta institución, que debe quedar siempre al margen de cualquier situación personal de sus Socios, he tomado la decisión de cesar temporalmente en mis funciones como presidente del RCT, delegando las mismas en la Junta Directiva, que será el órgano que adoptará las decisiones que corresponda en tanto se resuelvan las diligencias en curso.

He tomado esta decisión desde el absoluto convencimiento de mi total inocencia, pero siendo consciente de que el RCT no puede verse perjudicado por las acusaciones contra mi persona y la repercusión mediática generada al respecto.

El honor y el prestigio de esta institución deben estar por encima de cualquier cuestión personal. Son más de 180 años de historia siendo un referente en la vida social y cultural de Canarias y su imagen no puede verse dañada bajo ningún concepto.

Sólo me resta agradecerles el apoyo, el cariño y la amistad que me están demostrando.

Con todo mi afecto y agradecimiento, reciban un cordial saludo.