Dependencia, un derecho pendiente en Canarias: de las "ayudas de mierda" a los expedientes ocultos

La Ley de Dependencia fue el mayor avance en políticas sociales que habido en España en las últimas dos décadas, sin embargo, su aplicación tiene una desigualdad territorial gravísima. Canarias siempre ha estado a la cola en el sistema de atención a la dependencia, entre otras cosas, porque en sus inicios desarrolló un sistema propio que resultó un absoluto fracaso. Con motivo del décimo séptimo aniversario de la Ley, la asociación de directores y gerentes de servicios sociales ha elaborado un informe en el que de nuevo, Canarias no sale bien parada. Casi el 17% de las personas beneficiarias están en la lista de espera, únicamente superados por el País Vasco, La Rioja y Cataluña. Hay 22.365 personas en lista de espera de la Dependencia en Canarias. Es decir, hay más personas esperando que habitantes toda la isla de La Gomera. Proporcionalmente, las islas no están en una buena posición, porque por encima de Canarias únicamente figuran Valencia, Andalucía y Cataluña, comunidades muchísimo más pobladas que el Archipiélago. A esas 22.400 personas que esperan hay que sumar otras 5.747 que están en el limbo. Cuando la diputada de Podemos, Noemí Santana, ocupó la consejería de Derechos Sociales en 2019, anunció que sus antecesores en el cargo, -Coalición Canaria y el PSOE-, habían dejado cajas llenas de expedientes ocultos sin integrar en el sistema. Según Santana, aquel fue el método de los gobiernos anteriores para trampear la lista de espera y la razón por la que no lograron mejorar las listas de espera. Sin embargo, en los últimos años de legislatura lograron una reducción considerable de los datos. «En los dos últimos años ha habido un avance significativo, Canarias ha intentado resolver un problema histórico que tenía con la Ley de Dependencia», ha dicho José Manuel Ramírez, autor del balance de los diecisiete años de la Ley. Sin embargo, este avance fue polémico, porque muchas de las personas que salieron de la lista de espera obtuvieron únicamente prestaciones económicas, y no prestaciones vinculadas al servicio de cuidados. «Les están ofreciendo ayudas económicas de mierda para que desaparezcan de la lista de espera», le espetó la diputada Vidina Espino a Santana. En aquel pleno del Parlamento, Noemí Santana respondió: «Es verdad que estamos dando prestaciones económicas a las familias, aunque sean prestaciones de mierda. Pero antes se daban cero». En este sentido, Ramírez recuerda que «este año se aprobó en el Congreso un decreto que mejora las prestaciones económicas, a domicilio y al servicio. Es decir, esas prestaciones que llaman de mierda han recuperado el 15% de recorte que le hicieron en el año 2012». No obstante, estamos en una situación de optimismo moderado para seguir avanzando en la Dependencia en Canarias, añade. Según el informe de directores y gerentes de derechos sociales, el número de personas beneficiarias con derecho a prestación ha crecido un 10% en Canarias, destacando sobre todo un dato: en las islas hay un 16% más de personas beneficiarias con prestaciones, lo que convierte al Archipiélago en la comunidad que más ha crecido de toda España. «La burocracia es uno de los grandes problemas de esta Ley. Tenemos que ser capaces de hacer una unificación de la valoración y el Plan Individualizado de Atención (PIA)», explica Ramírez. De hecho, este es uno de los objetivos del actual Gobierno. Otro de los problemas es la desconexión de los cabildos y ayuntamientos del sistema de Dependencia. «Hay que incorporar al proceso a los ayuntamientos y a los cabildos porque son las entidades más próximas al ciudadano», explica Ramírez. En la actualidad, el servicio de atención a domicilio lo prestan y coordinan los municipios. «Canarias es la única comunidad autónoma de toda España que no tiene integrado el servicio de ayuda a domicilio dentro de la ayuda a dependencia. No ha sido posible hasta ahora y eso es un gran lastre», añade. La consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado, adelantó en la SER la posibilidad de crear empresas públicas insulares para gestionar el servicio. La asociación de directores y gerentes ve con buenos ojos esta posibilidad. «Navarra, Aragón y Castilla y León, creando empresas públicas, han logrado plena atención», explica Ramírez, que asegura que prácticamente todas las comunidades lo han intentado pero no todas lo han logrado. Otra de las peculiaridades de Canarias es que con el inicio de la Ley, el Archipiélago intentó desarrollar su propio sistema al margen del resto del Estado. La consejera del ramo entonces, Inés Rojas, sostenía que la estructura institucional de cabildos y ayuntamientos era diferente al resto de país, obviando que existen las diputaciones. Este intento no dio resultado y a consecuencia de ello, Canarias se acabó integrando tarde y mal en la red estatal. La Ley de Dependencia también intenta promover la autonomía personal a través de un modelo de atención centrada en la persona. «La gente quiere morir en es sus casas, y quiere terminar su proyecto vital con servicios de proximidad en su entorno. No quiere morir rodeados de batas blancas en una residencia», explica Ramírez. En este sentido, Canarias está muy lejos de cumplir las expectativas. No en vano, en el Archipiélago está la mayor macrorresidencia de España, investigada por Fiscalía, y faltan casi 8.000 plazas para cubrir la demanda. Además, cerca de 500 personas mayores que no son atendidas por sus familias ocupan una cama hospitalaria a pesar de tener el alta médica, a la espera de una plaza residencial que no existe.

Dependencia, un derecho pendiente en Canarias: de las "ayudas de mierda" a los expedientes ocultos

Canarias siempre ha estado a la cola en el sistema de la Ley de Dependencia. En las islas hay 22.365 personas en lista de espera y muchas mueren antes de recibir la prestación

Javi Rodríguez

Webs de PRISA