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"Están abandonadas": medio millar de personas sanas siguen ocupando una cama hospitalaria en Canarias

Muchas familias siguen "abandonando" a sus mayores y dependientes en los hospitales ante la falta de plazas sociosanitarias y la imposibilidad de hacerse cargo de ellos

"Están abandonadas": medio millar de personas sanas siguen ocupando una cama hospitalaria en Canarias

Javi Rodríguez

Canarias

En Canarias hay 512 personas que han recibido el alta y sin embargo, siguen ocupando una cama hospitalaria. No es un problema nuevo, sin embargo, ningún gobierno ha logrado hasta el momento dar una solución definitiva a este gravísimo problema. La consejería de Sanidad está elaborando un estudio exhaustivo para conocer el alcance exacto del fenómeno, sus causas y dar con una solución definitiva. Trabajan de la mano con Derechos Sociales, porque no es un problema sanitario, sino sociosanitario, que implica también a las familias.

Entrevista a Esther Monzon en Hoy por Hoy Las Palmas

"Estamos contactando con empresarios que tengan camas libres para concertar esas plazas", explica Esther Monzón, consejera del ramo. El objetivo es ubicar a estas personas en plazas de tránsito hasta que logren una plaza residencial. "Muchas veces no es un abandono, muchas veces es una incapacidad de la familia para poder atenderlos. Pero al fin y al cabo están abandonados, entre comillas", afirma la consejera, que reconoce que se trata de un problema muy grave al que intentan dar solución. El próximo paso es elaborar un mapa de camas para reubicar a estas personas.

Orden conjunta de Sanidad y Derechos Sociales

En la legislatura pasada las consejerías de Sanidad y Derechos Sociales firmaron una orden conjunta en virtud de la cual se establecían centros de tránsito donde ubicar a estas personas mientras se resolvía su situación de dependencia. El caso más sonado es el de Mogán, donde Sanidad trasladó a treinta personas que posteriormente tuvieron que ser reubicadas de nuevo tras la negativa de la alcaldesa del municipio, competente en materia de ordenación. Algunas de esas personas están ahora en centros concertados con Sanidad en condiciones precarias.

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"La atención que se les presta es una atención sanitaria, porque es lo que podemos concertar desde Sanidad", explica Esther Monzón ante las críticas que están recibiendo por la situación de estas personas que viven en régimen de tránsito. Esto significa que se limitan a una cama, medicación y atención sanitaria, -aunque estén en alta-, pero en ningún caso atención sociosanitaria. Es decir, no gozan de rehabilitación cognitiva, paseos y actividades similares, como si disfrutarían en el caso de estar en régimen de atención sociosanitaria.

Este es el caso de Carmen, cuya tía abuela fue trasladada al centro de tránsito de Mogán y de nuevo reubicada, tras la negativa de la alcaldesa a acoger a los mayores en esta situación. Ahora puede caminar por la planta, pero no le permiten acceder a las zonas comunes. Ni siquiera sale a tomar el sol, porque su atención es estrictamente sanitaria. Tampoco tiene actividades que le ayuden en su desarrollo cognitivo. "La tratan de forma muy amable, pero no puede salir de su planta", explica Carmen. "Antes estaba acompañada por personas que se encargaban de pasear con ella, salir al aire libre, ahora el día paseando por la planta y comparte habitación con una persona más", concluye.

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La presión sanitaria va en aumento

La combinación de diferentes virus respiratorios está complicando todavía más las cosas, con los servicios sanitarios altamente demandados. "Creo que hay un hastío de la población sobre todo con respecto al Covid. Durante la pandemia nos vacunamos dos o tres veces y hubo una mala política de comunicación, se habló de los efectos secundarios y se hizo hincapié en los aspectos negativos, y la gente le cogió un poco de miedo. Las vacunas funcionan, porque funcionan", explica Monzón. La consejería de Sanidad ha puesto en plancha planes de contingencia desde octubre para paliar los efectos de la epidemia de gripe. Así las cosas, las más de medio millar de camas que ocupan personas mayores en situación de alta serían muy útiles para desatascar el sistema.