Ocho de cada diez son mujeres y la mayoría no cobran: la realidad de los cuidados en Canarias

Santa Cruz de Tenerife

El 79% de las personas cuidadoras en el Archipiélago son mujeres. Además, la mayoría, el 52% lo hacen sin alternativa, sin apoyo y sin ningún tipo de prestación. Son los datos que ha ofrecido la presidenta de Asociación de Cuidadoras, Familiares y Amistades de Personas con Dependencia, Alzheimer y Otras Demencias (Acufade), Elena Felipe, en una entrevista en Hoy por Hoy La Portada, extraídos de un estudio elaborado por la entidad. Además, del escaso 20% de hombres que cuidan, el 80% de ellos sí reciben el apoyo de otras mujeres. Así, ha reivindicado la profesionalización del trabajo y la dignidad laboral y salarial de estas mujeres, que, asegura, "siguen viviendo en la esclavitud" en cuanto a cuidados se refiere.

Felipe ha denunciado que, en una reunión convocada por el Cabildo de Tenerife ha unos días, la corporación insular anunció que en lo que respecta a los servicios de promoción de autonomía personal no iba a haber ninguna mejora en la financiación. Actualmente, estos profesionales cobran 26 euros la hora por la prestación de un servicio a domicilio: "Imagínense a un profesional de la psicología, trabajo social, fisioterapia, logopedia o terapia ocupacional que cobra 26 euros para pagar el salario, seguridad social dietas, salario, EPI. ¿Cómo se puede hacer eso con 26 euros?".

"Muchas mujeres han tenido que hipotecar su proyecto de vida por el cuidado de sus familiares"

"Que un hombre no cuide es lo normal, es lo que esperamos de nuestra sociedad, que el hombre se desarrolle profesionalmente", aseguró la presidenta de Acufade, que, al mismo tiempo, con ironía, manifestó que las mujeres que deciden su desarrollo personal por encima del cuidado de los suyos, son "malas mujeres", "malas madres", "mala hija" y "mala hermana". Por ello, ha pedido tomar consciencia: "Ya es hora de que comencemos a revertir y el cuidado sea corresponsable en toda la sociedad". En este sentido, Felipe ha asegurado que el sistema de "esclavitud" permanece en un sector que trabaja sin recibir ningún tipo de remuneración, en donde no existe el control horario, ni el reconocimiento, ni la protección. "Muchas mujeres han tenido que hipotecar su proyecto de vida por el cuidado de sus familiares", añadió.

Y es que, tal y como expuso, muchas familias tienen su vida organizada y cuando llega un diagnóstico de demencia, cáncer o cualquier otra enfermedad que se prevé que sea crónica, hay que garantizar los cuidados de ese familiar, un derecho para todos que, en muchas ocasiones, no tiene respuesta institucional para poder obtener la ayuda y los recursos necesarios. "Se ven abocadas a renunciar a sus proyectos de vida porque son, injustamente, las mujeres de la familia las que deben hacerlo porque es lo que se espera de ellas", lamentó.